Ronaldo Nazário estaría meditando desde los últimos meses poner punto y final a su etapa en el Real Valladolid. El astro brasileño llegaba al Pucela hace cuatro años y medio donde sustituyó a Carlos Suárez al frente del Club y así dar comienzo a su aventura en los palcos después de haberlo ganado absolutamente todo como jugador con sus equipos y con la Selección de Brasil.
Ahora, con el paso del tiempo y con un Real Valladolid que ha vivido un crecimiento importante a nivel deportivo y social, Ronaldo vería con buenos ojos un cambio de rumbo para el Club y para su persona. Según informa Relevo, el Pucela se encuentra en el escaparate y abierto a una posible venta puesto que Ronaldo estaría dispuesto a escuchar ofertas siempre y cuando la propuesta económica sea beneficiosa tanto para la entidad como para él, puesto que cuenta con el 72% de las acciones de la entidad.
El ascenso a Primera División, la Ciudad Deportiva programada para arrancar las obras a principios de 2023, el incremento de presupuesto por los derechos televisivos y los fondos de CVC hacen que el Real Valladolid sea un equipo apetecible para inversores. A esto hay que sumar la predisposición del astro brasileño en cuanto a una futura venta, y de hecho, habría acelerado sus planes de futuro lejos de Valladolid, algo que siempre ha mantenido ya que su paso por la ciudad del Pisuerga ha estado entre interrogaciones al considerar que estaría aquí durante un periodo corto de tiempo de no más de 5 años.
Sin duda alguna, la noticia de la posible venta del Real Valladolid ha generado opiniones diversas entre la afición blanquivioleta. Y es que precisamente, la relación de Ronaldo con los seguidores del Club no atraviesa por sus mejores momentos ya que el brasileño se ha visto envuelto en varias polémicas recientes, entre ellas, el desafortunado tuit en apoyo a Vinicius después de que el equipo perdiese su encuentro ante el Cádiz o el hecho de que Ronaldo optara por ver en directo El Clásico en el Bernabéu en lugar de acompañar al equipo a Cornellá para arropar a sus jugadores ante el Espanyol. A esto hay que añadir el enorme enfado en buena parte de la afición por el cambio de escudo que se produjo durante este verano, y que a día de hoy, son muchos los que siguen rechazando la nueva insignia del Pucela.
