Ana Redondo, concejala de Cultura y Turismo: «La Semana Santa de Valladolid no corre peligro por la renovación generacional y la incorporación de las mujeres»

La riqueza cultural que presenta Valladolid a lo largo de los 365 días del año es muy amplia. Su Navidad, Semana Santa, Seminci o sus fiestas patronales son ya citas marcadas a rojo tanto por los vallisoletanos como por los turistas que llegan hasta la ciudad del Pisuerga para descubrir todos los planes y actividades novedosas.

Valladolid Plural ha conversado con la concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo, para conocer el programa amplio y variado de todos los eventos que presenta el Ayuntamiento y que año tras año va cosechando importantes reconocimientos a nivel cultural. La pandemia ha frenado muchos proyectos que había en marcha y que poco a poco se van a ir recuperando para hacer de Valladolid una de las capitales más atractivas por su oferta artística.

Tras los carnavales, la siguiente cita destacada en nuestra ciudad es la Semana Santa. Tras dos años de parón por la crisis sanitaria, este año se vuelve a la normalidad con las habituales procesiones por las calles vallisoletanas. Ana Redondo detalla todas las novedades para esta Semana de Pasión que supondrá una bocanada de aire fresco para los cofrades y para todos los sectores que dependen del turismo y la movilidad.

Pregunta. La Semana Santa de Valladolid está a punto de comenzar, imagino que con ganas de volver a disfrutar de las procesiones… ¿Qué espera de esta cita?

Respuesta. Pues espero una normalidad y un reencuentro con la Semana Santa, las cofradías y los turistas que falta nos hace. Por lo que estamos testando con los hoteles va a ser un buen año, una buena campaña de Semana Santa. Yo creo que rondaremos el 100% en la capital, probablemente también en el territorio y confiamos en que esto sea el revulsivo económico que el sector necesita, tanto hostelero, hotelero, así como todos los sectores porque todos se benefician de una buena Semana Santa. Estamos con las pilas puestas, con la actividad aparte de las procesiones bien engrasada, con casi veinte actividades complementarias, exposiciones, visitas guiadas y teatralizadas, y confío que con todo este potente arsenal turístico consigamos remontar y volver a una situación de normalidad muy próxima a las cifras de 2019.

P. A grandes rasgos, ¿Qué novedades se van a encontrar los vallisoletanos y visitantes durante esta semana de Pasión?

R. En cuanto a las procesiones, lo importante es que no hay grandes novedades. Habíamos hablado con la Junta de Cofradías por la posibilidad de modificar los itinerarios, pero lo cierto es que la pandemia está en recesión y por suerte no hemos necesitado cambiar los recorridos que están muy consolidados por el Valladolid histórico. Lo que sí que cambia es que se incrementa alguna procesión, habrá un concierto de bandas de Semana Santa en el que participará la banda de música del Ayuntamiento y sumado a esto, las promociones de actividades que se van a realizar como tres exposiciones, ‘Cien años de cofradías’ en el Archivo Municipal, muestra de esculturas en la Sala de las Francesas, y una exposición de instantáneas sobre las tres Semanas Santas de Interés Turístico Internacional con la de Valladolid, Medina del Campo y Medina de Rioseco en San Benito.

«Son actos muy singulares y con una carga religiosa muy profunda pero también con una belleza y un valor artístico y cultural de primerísimo orden»

Ana Redondo, concejala de Cultura y Turismo de Valladolid

P. ¿Cuál es el día más destacado o emotivo de la Semana Santa vallisoletana?

R. Quizá, el día grande es el Viernes Santo por la procesión general que por la mañana está acompañada por el sermón de las Siete Palabras. Son dos actos emblemáticos de la Semana Santa de Valladolid y no tiene parangón con otras citas del mundo. Son actos muy singulares y con una carga religiosa muy profunda pero también con una belleza y un valor artístico y cultural de primerísimo orden. Estamos viendo a Gregorio Fernández, Juan de Juni, y Alonso Berruguete, es decir, a los grandes imagineros de la imaginería castellana del Siglo XVII que está en su pleno apogeo en las calles de Valladolid. Luego hay días muy singulares como por ejemplo la procesión del Cristo de la Luz de Jueves Santo que es una procesión que parte del claustro universitario con un cristo maravilloso de Gregorio Fernández, que sinceramente, es distinta porque no es una procesión nocturna como vienen siendo habituales sino que se celebra a mediodía y es muy atractiva y tiene un interés tanto religioso, cultural y académico muy importante. La del encuentro del Martes Santo es otro de los momentos más singulares cuando la Virgen va al encuentro de su hijo en la cruz y se encuentran en la Plaza de Santa Cruz siendo un momento muy emotivo con las dos cofradías más antiguas de la ciudad. Nuestra Semana de Pasión está llena de momentos y realmente es difícil, sí es a nivel turístico te diría que es el Viernes Santo porque además este año contaremos con la presencia de diez o doce países con embajadores.

P. ¿Qué diferencias existen entre la Semana Santa de Valladolid con respecto a otras ciudades españolas?

R. Las dos grandes Semanas Santas aunque con conceptos distintos de disfrute durante estos días son la semana andaluza y la castellana. Nosotros nos guiamos por el recogimiento, valor artístico en cuanto a las piezas, no dejamos de tener el Museo Nacional de Escultura que viene a ser el Prado de la escultura en Valladolid, y ahora ese museo sale a las calles, en unas piezas que además han sido creadas por los imagineros para estar en la calle, lo anecdótico es el museo. Las piezas están creadas para llamar a la piedad, al recogimiento para el ciudadano que las veía pasar y esto hace que las bellezas de las imágenes y la calidad sea incomparable, no hay otra Semana Santa en el mundo como la de Valladolid. Por otro lado, es una semana donde el silencio y la naturalidad espiritual afloran y hace que se viva más íntimamente. Hay otras Semanas Santas como la andaluza que conozco menos, pero son más afines a la ciudadanía, al pueblo que las ve. Podríamos decir que son Semanas Santas más folclóricas o con una carga de vitalidad diferente. No quiero compararlas porque realmente son incomparables, cualquiera que ame la Semana de Pasión va a estar primero en la de Valladolid y luego en la de Málaga o Sevilla.

P. ¿Tiene usted concejala alguna cofradía o procesión que la guarde especial cariño?

R. Yo soy profesora universitaria de derecho constitucional y es verdad que la procesión del Cristo de la Luz es una que me gusta especialmente, aunque no soy cofrade.

P. La Semana Santa de Valladolid crece a pasos agigantados y ya es reconocida a nivel internacional con la visita a finales de año con el Papa Francisco, ¿Qué supuso para usted este reconocimiento a la ciudad?

R. Fue un salto cualitativo en cuanto a la promoción de la Semana Santa porque para nosotros es la semana más importante del año, pero no lo hemos sabido vender. Quien nos conoce y viene a Valladolid generalmente es porque tiene interés en la Semana Santa al saber el valor de la imaginería castellana pero no hemos hecho una promoción internacional potente de la Semana Santa, quizá porque no la hemos visto necesaria. Sin embargo, se abrió esta oportunidad, se trabajó bien ese viaje y veíamos que el turismo religioso donde más puede tener interés es en Roma, en el Vaticano y fuimos a mostrar esa riqueza artística, cultura y espiritual. Fue un viaje en lo espiritual fabuloso porque conocer al Papa Francisco fue un momento inolvidable ya que es un Papa asequible, muy sencillo y nos encontramos muy bien en esa visita. Creo que al nivel de turismo sí que tuvo un impacto importante, tanto en las reuniones con los turoperadores, como en las agencias de viajes que van a repercutir en que este año vamos a tener a diez agencias, a tres turoperadores exclusivos del turismo religioso y también a varios medios de comunicación italianos que vienen a interesarse y a mostrar la Semana Santa de Valladolid. La experiencia fue muy positiva y seguramente la repitamos con otro país que pueda ser interesante para nosotros y ellos puedan valorar este tipo de turismo religioso.

P. Los vallisoletanos tienen un sentimiento de aprecio y de cariño a su Semana Santa, pero es una ciudad de 300.000 habitantes y tal solo un 3% es cofrade, ¿Cree que se está perdiendo la participación y la implicación en las cofradías?

R. Yo no lo veo, es una participación muy importante. No hay mas que darse cuenta que el Viernes Santo es una procesión de tres horas largas donde la participación de los cofrades es constante y también hay que tener en cuenta que es una participación en muchos casos de toda la familia. Hay una renovación generacional muy importante y creo que no hay ningún peligro en cuanto a la participación de las cofradías, son veinte cofradías, cinco de ellas penitenciales, estamos hablando de una potencia de participación muy importante. Es verdad, que llevamos dos años sin posibilidad de salir a la calle y eso ha mermado entorno a 2.000 cofrades que se han perdido, pero estoy convencida de que la potencia es tan enorme con actividades del Siglo XV que llegan hasta nuestros días. Puede haber un momento puntual como el que hemos vivido en el que puede haber un bajón en el número de cofrades pero no me parece que sea importante. También la incorporación de las mujeres con total normalidad a la vida de las cofradías, el prolongar la vida de cofradía a lo largo de todo el año pues hace que esa fidelización se consolide y no creo que tenga ningún peligro.

«Los hoteles de la ciudad estarán entre el noventa y el cien por cien durante la Semana Santa»

Ana Redondo, concejala de Cultura y Turismo de Valladolid

P. La Semana Santa es una cita marcada en rojo a nivel turístico, ¿Qué previsión hay de la llegada de visitantes y cómo están las cifras en los alojamientos?

R. Los hoteles de la ciudad estarán entre el noventa y el cien por cien. Muchos ya están casi al noventa por ciento, salvo que al final a última hora la previsión meteorológica sea realmente mala. Valladolid contará con una oferta de actividades religiosas en las propias iglesias y cofradías muy potente, siempre hay una alternativa para el disfrute de la Semana Santa. Las piezas son tan soberbias que se pueden disfrutar en estos mismos templos, aunque espero que no sea así y que el tiempo este año sea benévolo y podamos disfrutar de la Semana Santa en la calle. Saber el número de visitantes es muy difícil, es verdad que en los últimos años el piso turístico ha crecido mucho en Valladolid, estamos viendo un incremento importante a pesar de la crisis y eso no se computa, lo que hace que sea más complicado contabilizar el número de visitantes en la oferta turística no reglada. Sabemos que esa oferta está ahí, probablemente también tenga una cuota de mercado importante pero no podemos decir exactamente cuantas personas podrán venir. Lo que sí que sabemos es que el 80% será turismo español, que es el que nutre fundamentalmente todos estos eventos. El turismo internacional había crecido en 2019 un 17% pero también es cierto que las dificultades de la pandemia y los requisitos de movilidad han hecho que se haya resentido de forma importante la llegada de visitantes extranjeros. Valladolid tiene que dar la batalla en el turismo internacional con su Semana Santa.

P. Tras la Semana Santa, llega la Feria del Libro a Valladolid, ¿Qué novedades habrá en esta edición?

R. Fíjate, la Feria del Libro es una de las cosas que se ha mantenido pese a la pandemia, no se como lo hemos conseguido sostener, ha sido un triunfo colectivo con esa relación próxima que mantenemos con los gremios de libreros y editores con el liderazgo del Ayuntamiento. Es de las pocas actividades que no ha caído en ningún momento. Desde que está en la Plaza Mayor es un éxito de público y ventas y este año acabamos de hacer la presentación de algunos elementos como el país invitado que va a ser Irlanda, el cartel también muy espectacular con tonos amarillos y con mucha visibilidad que va a estar en todas las banderolas de la ciudad. Junto con el pregonero que ya está confirmado, estamos hablando de unas cincuenta casetas que estarán en la feria y actividades de todo tipo, para niños y jóvenes. Quizá este año, lo más novedoso van a ser las actividades que se van a hacer en los barrios para animar a leer, los clubes de lectura en los distintos barrios que tiene esa tendencia a lo largo de todo el año de reunirse, leer y comentar libros. Además, en algunas líneas de Auvasa se van a incorporar lectores que van a sorprender a todos los vecinos que suban al autobús y van a poder escuchar un poema o pequeños relatos que puedan llamar la atención y que todo el mundo esté implicado en la Feria del Libro.

P. Las primeras grandes fiestas que se esperan dentro de la nueva normalidad van a ser las patronales de San Pedro Regalado, ¿Buscarán potenciar más actuaciones musicales al estilo de las de la Virgen de San Lorenzo?

R. Las Fiestas de La Virgen ya están cerradas y van a ser fiestas donde la variedad de estilos musicales y también con los conciertos internacionales que nos han dado buenos resultados para un público joven que hacen que desde los hoteles, hostelería y comercio haya una rentabilidad económica. No es posible extrapolarlo a San Pedro Regalado por la idiosincrasia de la propia fiesta de San Pedro que es una fiesta más popular, cercana, íntima y más de la ciudad, y también porque presupuestariamente sería inviable. Pero yo estoy ilusionada este año con San Pedro Regalado porque vamos a recuperar las músicas tradicionales, la zarzuela, bailes populares y se pondrá en marcha probablemente un nuevo festival de música folk porque el folclore tiene un resurgir en este momento. Toda la música de raíz está siendo revisada y además yo creo que tiene un componente identitario muy interesante. Precisamente, en 2019 tuvimos la oportunidad de rescatar la historia de un personaje esencial en la historia irlandesa y a raíz del encuentro de la investigación que se hizo en el resto del convento de San Francisco en la calle Constitución se podía ver vestigios de la capilla de las maravillas donde estuvo enterrado Hugh O’Donnell y también Cristóbal Colón. A raíz de eso, hemos intercambiado con el Gobierno irlandés informaciones y preocupaciones con la idea de generar un festival folk con el nombre de Hugh O’Donnell con la presencia de la música celta. Ese es el planteamiento que hacemos y que puede tener un tirón turístico muy valioso.

P. Aunque queda mucho, ya se están escuchando algunos nombres de artistas que pisarán el escenario de la Plaza Mayor en las fiestas de septiembre, ¿Nos puede adelantar alguna confirmación?

R. Tenemos compromisos de dos años anteriores. La pandemia lo que nos provocó no fue la suspensión sino el aplazamiento, entonces hay que hacer todavía encaje de bolillos, no están todavía todos los artistas confirmados, tenemos que cerrar fechas y cerrar conciertos. Yo no voy a adelantar fechas ni conciertos que no estén cerrados pero buena parte de las programaciones que no se han podido hacer en 2020 y 2021 es el momento de recuperarlas. Es una oferta muy variada para todos los públicos y con una potente marcha internacional.

P. ¿Y cuáles son esos artistas que en estos dos últimos años tuvieron que aplazar sus conciertos en Valladolid y que ahora pueden venir?

R. Pues son unos cuantos, yo no puedo decir fechas ni nombres porque aún estamos en negociaciones con ellos. No todos van a venir, están abiertas todavía algunas posibilidades y estamos a tiempo aún. No me atrevo a decir nombres porque luego se caen y no pueden venir.

P. Recientemente, se ha desvelado que Valladolid es la novena ciudad más cultural a nivel nacional, lo que refleja la apuesta del Ayuntamiento por la cultura, ¿Cómo recibió este anuncio? ¿Aspiran a estar en el pódium?

R. Estamos trabajando para que eso sea así durante muchos años. El estar entre los diez primeros no es casualidad, es fruto de un trabajo sostenible en el tiempo porque hace unos años no aparecíamos ni en los rankings. Es un salto cualitativo y lo que más se valora en ese ranking es la actividad sostenida y la calidad y eso es lo que es difícil de mantener. Además, tenemos la Seminci que es nuestra bandera y el haber apostado por el cine, por un festival que tiene tanta tradición y categoría conocida internacionalmente ha permitido que Valladolid sea declarada ciudad creativa en materia del cine y audiovisual por la Unesco en 2019. Ahora, por ejemplo se está celebrando otro de los festivales más potente de España en cuanto a cine de diversidad sexual como es CINHOMO y hay otros festivales como la Fila. Somos una ciudad de cine, una ciudad cinéfila. Para el tipo de ciudad mediana que es Valladolid, el estar en el ranking de las diez primeras es justo, hace honor a lo que la ciudad es y hay que seguir manteniendo esas posiciones.

«Ser la novena ciudad cultural de España es un honor y tenemos la Seminci como bandera»

Ana Redondo, concejala de Cultura y Turismo de Valladolid

P. Habla de que Valladolid apuesta mucho por el cine y también muchos directores están apostando por nuestra ciudad. Recientemente se ha grabado la film dedicada a los Hombres G, ¿Vamos a ver en próximas fechas nuevos rodajes por las calles vallisoletanas?

R. La Valladolid film office funciona fenomenal a falta de una de Castilla y León que se ha creado pero como si nada. La mayoría de las Comunidades Autónomas tienen una oficina de rodaje que promociona en su territorio los rodajes de películas. Esto por ejemplo en Canarias es algo que lleva funcionando décadas como en Andalucía, Cataluña, pero en Castilla y León no. Hemos tenido que tirar solos desde hace años pero es verdad que con buen resultado. La declaración de ciudad creativa de la Unesco ha sido muy necesaria para dar ese salto y que se nos conozca. La Valladolid film office funciona muy bien, como digo, tenemos un equipo reducido pero muy especializado en facilitar, somos grandes facilitadores. Cuando ‘Voy a pasármelo bien’ ha estado rodando en Valladolid, el equipo de la película nos decía que todo aquí era fácil. Eso es lo que intentamos, que todo en Valladolid sea fácil. Pero también hay que tener mucho cuidado con la sostenibilidad de todo este turismo cinematográfico de rodaje porque es cierto que nosotros facilitamos, pero esa facilidad no revierte en positivo para el ciudadano que puede ver una calle cortada, que el tráfico no se permite o que generamos determinadas incomodidades. Lo que procuramos y por eso tampoco creo que la cantidad no sea lo que nos conviene y nos interesa, y es que esa actividad que es muy beneficiosa sea sostenible y que sea compatible con la vida de la gente. A veces una semana o dos no es mucho, pero si se extiende y se generaliza se puede convertir en un problema. Hemos tenido algunos rodajes, el de los Hombres G es de los más potentes de los últimos años, y yo espero que los ciudadanos que han tenido alguna incomodidad cuando vean su ciudad, casa o calle en la gran pantalla se olviden de los problemas que hayan podido tener y se sientan orgullosos. El turismo cinematográfico de rodaje es muy interesante, lo hemos visto con Juego de Tronos y con tantas series, y es una apuesta interesante y bienvenida siempre y cuando se conjugue con el bienestar de la gente.

P. ¿Qué le faltaría a la ciudad de Valladolid para completar su gran circuito cultural? ¿Grandes citas de fotografía, magia…?

R. Pues los Goya (ríe). Hemos celebrado los Max en 2019, los grandes premios del teatro y fue un exitazo maravilloso. La proyección que dio a la ciudad a través del Calderón fue muy potente, nos felicitaron y quiero que los grandes eventos vengan a Valladolid. Hemos estado peleando por los Goya y espero que en algún momento recalen en nuestra ciudad.

P. Valladolid ya no es solo cultura y tradición, sino que destaca en su gastronomía. Acaban de llegar de la capital con motivo de Madrid Fusión, ¿Qué sensaciones da Valladolid fuera de la provincia, e incluso de la Comunidad?

R. Por trabajo constante y de gran calidad, Valladolid tiene el lugar sobre todo en la gastronomía en miniatura, en las tapas y en la enología que se merece. Es una línea de trabajo que nos ha dado muy buenos réditos, conocimientos… Nuestra presencia en grandes citas gastronómicas es obligada. En Madrid Fusión hemos participado tanto como parte de la marca Saborea España, como con un stand propio de Valladolid, la barra con más actividad de Madrid Fusión y estuvo muy bien valorada. La sensación que nos da ha sido de recuperación y de conexión con la estrategia nacional con los planes de sostenibilidad vinculados a la gastronomía.

P. También en este gran evento nacional se ha presentado el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas de Valladolid, ¿Qué novedades encontraremos este año?

R. Hacemos la mayoría de edad como Concurso Nacional y cumplimos seis como internacional. Lo que sí que nos interesa es construir piramidalmente el concurso, es decir, no se trata de un concurso aislado que se pueda disfrutar solamente una semana, sino que lo que pretendemos con la Asociación de Hosteleros es ir creciendo de abajo a arriba. Ahora mismo, está montada ya una estructura para que también ese concurso tenga un reflejo en los barrios y estamos generando distintas áreas con el sector donde a través de la gastronomía podamos conocer el barrio y sus valores patrimoniales y artísticos. A partir de ahí, los ganadores de ese concurso de barrios van a estar también en el Nacional.