Nueva oportunidad para crecer. El Real Valladolid afronta la visita del Celta de Vigo este miércoles a las 19.00 horas, sabedor de que tiene que mejorar para continuar en línea ascendente. Invitó a la reflexión la derrota por la mínima en el RCDE Stadium en un partido en el que, según Pacheta, faltó verticalidad y el equipo no mostró la cara alegre y atrevida en ataque que suele ofrecer.
El técnico, que recuperará para la causa a Plata y El Yamiq pero que aún tiene una larga lista de obligadas ausencia por lesión, se muestra convencido de que si el Pucela es fiel a sí mismo puede hacer daño a un conjunto olívico en mala racha, con cuatro derrotas en los últimos cinco encuentros. Precisamente, en la previa del encuentro, el míster pucelano remarcó en numerosas ocasiones la importancia de que el equipo se crezca de cara a la portería.
«No falta ambición sino adivinar los momentos del partido. No nos creemos que podemos hacer 30 ocasiones de gol pero sí somos capaces. Ahora disfrutamos de la elaboración, del inicio, pero tenemos que disfrutar del gol, del abrazo del compañero, es lo que tenemos que provocar, la ambición por meter gol», expresó el entrenador pucelano. Para lograrlo, el técnico dijo tener dos herramientas básicas, «trabajarlo y cambiar jugadores», por lo que se espera que Pacheta realice cambios en el once inicial que salió a Cornellá el pasado domingo.
Se trata de un duelo con muchos antecedentes en la historia de LaLiga y que refleja igualdad, aunque en el presente siglo los gallegos han mejorado sus registros en Zorrilla. Por lo que respecta a las estadísticas de la presente campaña, el Real Valladolid tiene el talón de Aquiles en los goles marcados y el Celta, en los encajados.
El coliseo blanquivioleta, clave para cumplir el objetivo al final de la temporada, acoge dos partidos en apenas tres días y será necesario que el Pucela mejore el rédito cosechado hasta la fecha. Una vez más se contará con un gran ambiente en las gradas, esencial para acercar al equipo a la victoria. El partido será dirigido por el colegiado castellano-manchego Pizarro Gómez, auxiliado a los mandos del VAR por Medié Jiménez.
