Y la amenaza se consumó. Vox ha comunicado en la noche de este jueves su decisión de romper sus gobiernos autonómicos con el Partido Popular, entre ellos el de Castilla y León. Así lo ha anunciado Santiago Abascal en una breve comparecencia en la sede de su partido tras la celebración del Comité Ejecutivo Nacional que convocó de forma urgente y extraordinaria a raíz del voto a favor del PP en la acogida de migrantes. De esta manera, Abascal ha decidido poner punto y final a todos los gobiernos autonómicos en coalición con los populares, y por ende, a los dos años de Gobierno en Castilla y León. Esta decisión de Vox, además de nuestra Comunidad, también se extiende a las regiones donde gobernaba, como es el caso de Murcia, Aragón, Baleares, Extremadura y Comunidad Valenciana.
El líder de Vox también ha informado que en las próximas horas los vicepresidentes autonómicos de su formación presentarán la dimisión en sus cargos. Así, el polémico Juan García-Gallardo abandonará su puesto al frente de la Vicepresidencia de la Junta de Castilla y León, y pasará de ser el socio de Alfonso Fernández Mañueco a ocupar un escaño en la oposición en las Cortes autonómicas. Abascal comenzó su discurso lamentando que «España padece un gobierno corrupto, que ha vendido la soberanía y la igualdad de los españoles al mejor postor, gobernada por un autócrata corrupto aliado de las peores dictaduras, sometido a Marruecos y con su familia en el banquillo por robar». «Ante este panorama», ha denunciado, «el señor Feijóo ha creído oportuno pactar permanentemente con el autócrata ya que se ha repartido los jueces; se ha repartido los puestos en Europa; se ha repartido el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, las comisiones del Congreso de los Diputados y del Senado y la Junta Electoral».
Además, el presidente de Vox ha señalado también a Núñez Feijóo por dedicarse «primero a impedir y luego a torpedear todos los acuerdos con Vox en las regiones, y lo ha conseguido». Así, se ha referido al pacto con Sánchez el nuevo reparto de menas: «Lo hizo a sabiendas de que a su socio de gobierno, en varias regiones de España, no estaba de acuerdo y le ocasionaba una gran preocupación, y lo hizo condenando a la inseguridad, al efecto llamada, a las ocupaciones, a la delincuencia y a un coste económico cada día mayor para todos los españoles». «Nadie ha votado a Vox, y me atrevo a decir que nadie ha votado al Partido Popular para que continúe la invasión de la inmigración ilegal y de menas. Si el señor Feijóo quiere estafar a sus electores y seguir aplicando políticas socialistas y globalistas, allá él, nosotros no vamos a hacerlo«, ha finalizado su intervención Santiago Abascal.
Tras el anuncio de Vox, las reacciones no tardaron en llegar y ya tenemos la primera valoración desde el Gobierno autonómico. La Junta de Castilla y León ha calificado la decisión de Vox de salir del Gobierno de «injustificada e incomprensible, enmarcada en la estrategia nacional de Vox, que ha interpuesto sus intereses electorales a los de los castellanos y leoneses». A través de un comunicado, el Ejecutivo autonómico ha asegurado que «seguirá trabajando con eficacia por y para las personas de la Comunidad», siendo la «prioridad» del presidente Alfonso Fernández Mañueco. Además, la Junta sostiene que con respecto a la postura de Castilla y León en la acogida de niños no acompañados es la «misma» que desde 2021, cuando llegó a un acuerdo que se ha cumplido con «total normalidad», hasta ahora sin que Vox «haya dicho nada», «ni en 2022, ni en 2023, años en los que ya formaba parte del Gobierno autonómico«, apuntan desde la Junta.
Por último, el líder de la oposición en Castilla y León, Luis Tudanca, también se ha referido a esta ruptura de Vox y PP en el Gobierno autonómico. El socialista ha asegurado a través de sus redes sociales que «la salida de la extrema derecha de los gobiernos es una gran noticia. A diferencia del resto de Europa, la sacan intereses electorales y competencia entre las derechas, no los principios de un PP que aún suplicaba que se quedaran». También Tudanca ha tenido palabras para el presidente Alfonso Fernández Mañueco, quien a juicio del secretario general autonómico del PSOE, «queda débil y genera inestabilidad».