El Domingo de Pascua cierra la Semana Santa con uno de los acontecimientos más importantes y arraigados de la provincia de Valladolid. La Bajada del Ángel de Peñafiel es una de esas celebraciones que están marcadas a rojo en la localidad, provincia y también en la Comunidad. Teniendo similitudes con la Bajada del Ángel en Aranda de Duero y en otras localidades españolas, en Peñafiel este día es el más importante del año. A pesar de la inestabilidad climatológica que un año más ha tenido a los cofrades y fieles pendientes del cielo, el Domingo de Resurrección ha logrado esquivar la lluvia y realizar el acto con total normalidad. El municipio vallisoletano de Peñafiel, de nuevo, se ha vestido de gala para celebrar su Fiesta de Interés Turístico Nacional como broche de oro a su Semana Santa también con distinción a nivel regional.
Cada año, por riguroso orden, una cofradía de las cuatro que hay en la Semana Santa de Peñafiel, la que elige al ángel anunciador, que además de ser el gran protagonista del Domingo de Pascua realizando la famosa Bajada del Ángel, también salió el Domingo de Ramos subido a una borriquilla como foco principal de la procesión de Las Palmas que también se celebra en el municipio. También esa misma cofradía elige a la persona encargada del pregón y el cartel anunciador de la Semana Santa. Tal y como ha explicado la presidenta de la Junta de Semana Santa de Peñafiel, Marisol Herrero, en una entrevista a Valladolid Plural, este año el poder de elegir a la niña que se ha vestido de ángel ha sido de la Hermandad del Santo Cristo de la Buena Muerte, la cual ha designado a la pequeña Noa Peña de 6 años. Precisamente, Noa ha sido la encargada este domingo 20 de abril de hacer el milagro de la Resurrección en Peñafiel. Como un ángel caído del cielo, la peñafielense quitó el velo negro a la Virgen de la Asunción para darle la noticia de que su Hijo había resucitado. «Los preparativos para la Bajada del Ángel comienzan con varios meses de antelación», ha reconocido Herrero.
«Al ser el acto más emblemático y esperado de la Semana Santa de Peñafiel se cuida cada detalle con esmero. Desde la selección del niño o niña que representará al ángel, hasta los ensayos, la preparación del traje y alas, la seguridad del montaje y la coordinación del evento, todo requiere una planificación minuciosa. Es un trabajo conjunto entre Junta de Cofradías y el Ayuntamiento que colaboran para que ese momento tan especial salga perfecto«, ha asegurado la presidenta de la Junta de Semana Santa. Previamente, la Bajada del Ángel, que un año más encandiló a miles de vecinos y visitantes que apostaron por desplazarse a Peñafiel sin pensar en el frío ni en las precipitaciones, cuenta con una procesión en la que el paso de la imagen Nuestra Señora de la Asunción sale de la Iglesia de Santa María con un velo negro que le cubre su rostro. La Virgen es portada a hombros y acompañada por las cofradías y hermandades penitenciales por las principales calles de la localidad dejando una estampa muy bonita y emocionante sabiendo todos el destacado momento que le espera a Virgen en la emblemática Plaza del Coso.

El Domingo de Resurrección en Peñafiel se inició con una solemne procesión que partió desde la Iglesia de Santa María con la Virgen de la Asunción de luto, con nuevo velo y portada a hombros, que fue acompañada este año por primera vez por representantes de las cuatro cofradías de la localidad ataviados por sus túnicas, y manolas vestidas de blanco con motivo por lo que estaba por llegar. A la procesión también acudieron autoridades autonómicas, provinciales y locales, como la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Local, María González Corral, la delegada territorial de la Junta, Raquel Alonso, el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, el alcalde de Peñafiel, Roberto Díez, o la diputada provincial y concejala de Turismo, Yolanda Burgoa. Tras recorrer las principales calles del casco histórico de Peñafiel, la procesión entró a una Plaza del Coso abarrotada y la Virgen fue colocada en el centro de la misma bajo dos torreones de madera decorados para la ocasión, y un globo blanco, en forma del huevo, por el que aparecerá el Ángel anunciador. En ese momento, se hizo un silencio en la Plaza y todas las miradas se centraron en ese globo que se fue deslizando hasta situarse encima de la Virgen.
En ese instante, se abrió apareciendo un pequeño ángel, que esta ocasión estaba encarnado en la pequeña Noa, que bajó lentamente simulando que volaba hasta que alcanzó a quitarle el velo a la Virgen y simular así el anuncio del milagro de la Resurrección. Un momento emocionante que desprende sentimientos compartidos entre los cofrades, peñafielenses y turistas que hacen que la tradición de la Bajada del Ángel se mantenga intacta en la villa vallisoletana. En el instante en el que el Ángel le quitó el luto a la Virgen comenzó a sonar el Himno de España poniendo los pelos de punta a todos los allí presentes, y Peñafiel despertó de la pena y pasión por la muerte de Cristo con un sentido aplauso por la Resurrección de Jesús. Con la marcha melódica de la Banda de Música de Peñafiel, la procesión del Domingo de Resurrección continuó hasta la Plaza de San Miguel, donde tuvo lugar otro momento destacado del día, el Encuentro de la Virgen con el Santísimo. Como si de un milagro se tratase, el Santísimo salió de la Iglesia de San Miguel Arcángel de Peñafiel y se encontró con la Virgen que realizó una reverencia. Posteriormente, la procesión siguió hasta trasladar y guardar a la Virgen en la Iglesia de Santa María.
Hay muchos acontecimientos y eventos que definen a Peñafiel, y uno de ellos es la Semana Santa. En ella hay varios momentos dignos de conocer. Uno de los más impresionantes es el vivido este Domingo de Resurrección con la Bajada del Ángel, «un acto único y muy emotivo», que se espera con ganas durante la semana de Pasión. Muchos han sido los turistas que han venido a conocer las procesiones y actos y han querido empaparse del sentimiento y emoción que despierta cada año la Bajada del Ángel. Por ello, este año, han podido ser por unos instantes el famoso Ángel de Peñafiel con la novedosa instalación de unas alas celestiales en la Plaza del Coso para sacarse fotografías y vídeos de su visita a la villa. La Semana Santa de Peñafiel no es solo una celebración religiosa, es un acto imprescindible de memoria viva, donde el pasado y el presente caminan al ritmo de cornetas y tambores. Una fecha imprescindible para conocer su valor cultural, espiritual y patrimonial como algo que no puede faltar en la identidad de este pueblo. Ahora, tras la celebración de la Bajada del Ángel que cerró una emotiva Semana Santa, Peñafiel espera ya 365 días para volver a vivir este momento tan especial en la localidad.