VÍDEO | La Plaza del Coso de Peñafiel, protagonista en el rodaje del documental ‘Mudras’: «Un escenario de película»

La Plaza del Coso de Peñafiel se ha convertido este jueves en un escenario de película. La localidad vallisoletana ha sido una de las paradas del rodaje de la película ‘Mudras. Bailando en los hilos invisibles’ que está teniendo lugar en nuestro país. La film se trata de la primera coproducción hispano-india de la historia y contará entre sus escenas con una de las plazas más bonitas de la provincia de Valladolid, la Plaza del Coso de Peñafiel. Tras su paso por Kerala, Chennai y Bombay, la grabación continúa en diversas localidades de Castilla y León y Madrid, con previsión de finalizar a finales de este año. La pieza está dirigida por María Salgado y Bobby Bedi e interpretado por las propias protagonistas, las bailarinas vallisoletanas Mónica de la Fuente y Nazaré de la Fuente.

Además de Peñafiel, la película también ha contado con las calles de Valladolid capital como escenario. Aprendizaje y diálogo, cultura y baile, dedicación y pasión. Es decir, una combinación entre España e India. Madre e hija en un viaje especial, con ida y vuelta, tejiendo sus hilos invisibles, serán los principales temas que plasmarán este documental. A principios de los años 90, Mónica, una estudiante española de teatro y danza de 19 años, emprende un viaje por tierra a la India. Tras una intrépida travesía por territorios desconocidos y culturas exóticas para llegar al subcontinente indio, encuentra en las artes clásicas del sur de la India una vida en la danza ya que descubre un nuevo lenguaje del cuerpo, tan ajeno y a la vez familiar, como una forma de arte orgánico que habla más allá de las fronteras. Mónica fue grabando todo este proceso que duró años. Ahora, 30 años después, su hija Nazaré, bailarina de danza española y también de 19 años, emprende el mismo viaje. Esta vez por aire. Nazaré vuelve a los lugares donde fue su madre a nutrirse de la danza, las artes marciales, y en definitiva de la cultura india, para su carrera como bailaora y para la creación de un espectáculo.

En la película se refleja el surgimiento de un nuevo diálogo, plasmado en una cautivadora creación de madre e hija. Dos bailarinas en escena, dos formas de expresión, cada una en su propio viaje vital que se entrecruza, fusionando sus pulsos rítmicos, dos almas que se convierten en un solo latido y dan a luz una nueva pieza de danza para celebrar un universo de conexiones. Y qué mejor manera que plasmar estos sentimientos y vivencias que en la bella Plaza del Coso peñafielense con el emblemático Castillo de telón de fondo. Así, este espacio tan querido de Peñafiel pasa de vivir jornadas festivas, taurinas e incluso con estampas de Semana Santa a saltar a la gran pantalla.