Nuevo susto tocado por un milagro en los encierros de la provincia de Valladolid. En esta ocasión, ha ocurrido en el encierro campero de la localidad vallisoletana de Arrabal de Portillo cuando un toro se ha acercado mirando fijamente a un niño que observaba el festejo junto a un familiar detrás de un guardarraíl, y que gracias a la rápida reacción de un caballista se evitó una desgracia. El hecho de que el bravo se aproximara y observara al niño sin atacarle fue realmente una fortuna y está siendo una escena muy comentada. Las imágenes del incidente que ha ocurrido en la mañana de este sábado durante el encierro campero matinal con motivo de las Fiestas de Portillo, han corrido como la pólvora por las redes sociales suscitando críticas y todo tipo de reacciones ante la presencia de niños en los encierros.
Tanto los asistentes como los usuarios de las redes sociales que han visto las imágenes todavía no encuentren explicación, más que un milagro, a que el toro que tras escaparse del recorrido por el campo, se aproximara con garbo hacia el niño, aunque de repente parara quedándose fijamente mirando al menor que se encontraba tras el guardarraíl sin hacerle nada. Un caballista participante del encierro llamó la atención del animal y este siguió su camino por la carretera de acceso al municipio de Arrabal de Porillo para posteriormente regresar al campo. Así se evitó de manera extraordinaria lo que pudo convertirse en una auténtica tragedia por el ataque de un toro a un niño que se encontraba viendo el encierro campero en su pueblo junto a su familia.
Sin embargo, esta escena ha despertado críticas y malestar por la presencia de menores en los festejos taurinos y muchos usuarios han llamado a la «irresponsabilidad» de los familiares por acercar demasiado al pequeño al recorrido del encierro. Y precisamente, este acto milagroso en un pueblo de Valladolid nos recuerda a lo vivido hace prácticamente un mes, el pasado 16 de agosto, cuando San Roque, patrón de Peñafiel, ‘salvó’ a una mujer también de sufrir una tragedia al cruzarse delante del toro en la Plaza del Coso de la localidad peñafielense cuando el toro había saltado la barrera. La mujer de mediana edad con dificultades para correr, quería escapar del animal, pero se cruzó delante del bravo relativamente cerca, y que en otra ocasión, el toro podría haber emprendido contra ella, pero contra todo pronóstico, el astado hizo caso omiso a la presencia de la mujer.
Finalmente, ambos episodios tanto el ocurrido hoy en Arrabal de Portillo como el de hace un mes en Peñafiel, se quedaron en un susto, sin males mayores, pero con imágenes que invitan a la reflexión tanto de participantes como de asistentes acerca de la responsabilidad y prudencia en los encierros y festejos taurinos.