Valladolid trabaja para que la contaminación de ozono sea «más excepcional» con el propósito de reducir su intensidad en los próximos veranos

El Ayuntamiento de Valladolid mantiene la Situación 1 por altos niveles de contaminación atmosférica que durante este verano han provocado restricciones de tráfico, límites de velocidad, así como riesgos para la salud de las personas más vulnerables. Las estaciones de medición del Servicio municipal de Medio Ambiente superan el valor de 100 µg/m3 de ozono por lo que permanece activa la Situación Preventiva que corresponde a la información ciudadana.

Valladolid Plural ha conversado con la concejala del área, María Sánchez, para conocer de qué manera afecta esta contaminación al ambiente de la ciudad, y en especial, al estado de salud de los vallisoletanos. Sin olvidarnos tampoco de la importancia de cumplir con las normativas para reducir los altos niveles de ozono acumulados, principalmente, por las altas temperaturas así como el uso excesivo de vehículos de combustión contaminantes.

«Este contaminante siempre en los meses centrales del año suele dar bastantes problemas a las ciudades, se encuentra en la capa baja de la atmósfera y es un contaminante de carácter secundario. Los vehículos de combustión emiten contaminantes que contribuyen de manera notable a esa formación del ozono en la atmósfera pero se potencian muchísimo con el calor y la radiación solar», detalla la concejala de Medio Ambiente en declaraciones concedidas a este periódico. Esta situación se repite a lo largo del verano en muchas ciudades españolas y municipios más pequeños debido a las altas temperaturas del periodo estival, y que este año además se ha incrementado aún más por las olas de calor que atraviesa la capital vallisoletana desde principios de junio.

La edil de Medio Ambiente explica que «este año se han incrementado los niveles de contaminación atmosférica pero llevábamos dos años bastantes bajos por la pandemia, pero estaremos pendientes de cómo evolucionan estos episodios de ozono porque está claro que el clima hace mucho pero también, evidentemente, que haya más vehículos circulando, como es en el caso de las ciudades».

A lo largo de los meses de julio y lo que llevamos de agosto, el Ayuntamiento se ha visto obligado a establecer medidas restrictivas en el tráfico, en especial en el centro de la capital, con el corte del tránsito de vehículos en algunas vías del casco histórico, la reducción del límite de velocidad de 50 a 30km/h y potenciando el uso del transporte público y de vehículos de movilidad personal con el fin de que los altos índices contaminantes disminuyan restableciendo así la normalidad en el ambiente y en las estaciones de RCCAVA.

Este último fin de semana, los vallisoletanos tuvieron que volver a adaptarse a circular con sus vehículos privados por la almendra central a 30 km/h con motivo de la alerta de Situación 2 ya que se alcanzó un valor de 120 µg/m3 de ozono. Precisamente, esta medida no ha sentado del todo bien, como era de esperar, en algunos vallisoletanos que criticaban a través de las redes sociales que el Ayuntamiento debería prolongar esta normativa de cortes de tráfico y de velocidad durante más tiempo con el fin de reducir el ozono de una manera más drástica, y no de una manera tan intermitente.

En este sentido, María Sánchez aclara que el Plan de Emergencia de la Contaminación contempla que estas medidas «no son arbitrarias» sino que se refleja en función de los niveles de ozono, es decir, «cuando los valores bajan, se surpimen esas medidas». «Quizá lo que se puede hacer es poner medidas estructurales, y es precisamente, lo que estamos haciendo a través de los carriles bus exclusivos, más carriles bici, y la futura Zona de Bajas Emisiones que está en redacción como exige la Ley de Cambio Climático para las ciudades mayores de 50.000 habitantes».

Por todo ello, la concejala de Medio Ambiente cree que las medidas que el equipo de Gobierno ha tomado en los últimos años han sido «determinantes» para que estos episodios cada vez seas más excepcionales. Además, la edil de Valladolid Toma La Palabra destaca que los elevados niveles de ozono tienen una «consecuencia directa» en la salud, y sobre todo, para el grupo de personas sensibles, en los días en los que distintos contaminantes sean superiores. «Hay que intentar no hacer ejercicio físico en las horas centrales del día, extremar las precauciones en aquellas personas con problemas respiratorios, personas mayores, etc.», explica Sánchez.

Por último, la concejala de Medio Ambiente cree que los vallisoletanos cada vez son más conscientes de los episodios de contaminación y de la relación que tiene con la salud desde el punto de vista de enfermedades graves o respiratorias. «Los vallisoletanos cada vez son más responsables y saben que la salud pública debe de primar por encima de distintos intereses en un determinado momento. Por tanto, yo creo que se está avanzando mucho no solo en Valladolid sino también a nivel de todo el país y Europa, la Ley de Cambio Climático es un marco que nos permite a las ciudades tomar estas medidas», concluye.

Los vallisoletanos pueden consultar en tiempo real la situación y evolución de los episodios de contaminación atmosférica en la aplicación gratuita para móviles Vallaire y en la página web del Ayuntamiento de Valladolid.