Con el paso del tiempo, y regresando a la normalidad paulatinamente, Valladolid ya puede tener un balance más preciso de los efectos del apagón eléctrico en la ciudad. El corte generalizado del suministro eléctrico alteró las vidas de los vallisoletanos y españoles durante unas seis horas, sin que aún tengamos las causas de por qué sucedió. En el caso de Valladolid, el alcalde Jesús Julio Carnero ha vuelto agradecer «el comportamiento cívico de todos y cada uno de los vecinos y vecinas de la ciudad de Valladolid». «La responsabilidad fue lo que permitió que no tengamos ningún incidente, más allá de lo ordinario», ha expresado el regidor vallisoletano. Asimismo, Carnero quiso poner en valor el trabajo de los servicios públicos de la ciudad de Valladolid, tanto los trabajadores de Auvasa, de Aquavall, Bomberos y Policía Municipal, así como del resto del personal público que está al frente de todo el sistema de telecomunicaciones del Ayuntamiento, que «ha hecho un trabajo excepcional, han permitido que la vida de la ciudad se alterara lo menos posible».
El alcalde de Valladolid acudió durante la jornada del lunes tras el apagón eléctrico que afectó a toda España, a las dependencias de la Policía Municipal y al Parque de Bomberos, junto al concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Cuadrado. El regidor y el edil pudieron ver como a lo largo del día distintos policías y bomberos que no estaban en ese turno llegaban a las instalaciones a ayudar. » Muchos de ellos venían en bermudas, es decir, estaban en su tiempo de ocio, en su tiempo de descanso y a los propios responsables tanto del Servicio de Policía Municipal como del Servicio de Bomberos le decían ¿Qué quieres que haga? Dime con qué me pongo, vamos a sacar esto adelante», contaba Carnero. «A mí eso, como funcionario público que soy me llenó de orgullo. La función pública habla de servir y qué mejor servicio, como aconteció en el día de ayer, que todo lo que tuvimos oportunidad de sentir y ver a lo largo y ancho de la ciudad», ha indicado. «Estábamos en una situación caótica«, ha expresado Carnero. Lo más destacado ha sido una vez más «la coordinación plena, tanto de la Policía como de los Bomberos, Protección Civil, Policía Nacional, fue ejemplar«, ha precisado el regidor.
En los datos relativos a incidencias derivadas del apagón eléctrico en Valladolid, el alcalde ha enumerado 65 rescates en ascensores por parte de los policías municipales y otros 80 por parte de los Bomberos. La intervención más señalada ocurrió en un ascensor en Arco de Ladrillo en el que hubo que los Bomberos tuvieron que realizar un butrón en la pared de acceso al hueco del ascensor para rescatar a un hombre que llevaba unas cinco horas atrapado. Desde las 12.43 hasta las 20.55 horas, en dos series diferenciadas, dado que la energía eléctrica volvió durante 25 minutos hacia las 18.30 horas, los Bomberos intervinieron en más incidencias en ascensores puesto que los ciudadanos volviesen a usar los ascensores y quedaron nuevamente atrapados. Entre otras incidencias e intervenciones, destacan labores de auxilio a personas con movilidad reducida para subir a sus domicilios, ayuda a personas con respiración asistida para trasladarlas al hospital, suministro de bombonas de oxígeno con cuatro a la Residencia Raíces en Callejón de la Alcoholera y otra bombona de oxigeno a un domicilio.
También se gestionaron llamadas para suministros de hospitales o suministro de agua, como el episodio en la Residencia de Mayores en el Paseo Filipinos, donde la Policía Municipal tuvo que repartir 60 botellas de agua. En el caso de los efectivos de Policía desplegados, hubo refuerzo en el turno de noche con un subinspector y 21 agentes que reforzaron el turno tercero desde las 22.00 horas y fueron relevados por otro subinspector y otros 21 agentes desde las 04.30 horas. Las zonas de Valladolid que estaban sin iluminación en vía pública tras la vuelta al suministro eléctrico en la ciudad se han ido recuperando durante la noche. Al cierre del turno tercero quedaban tres zonas sin iluminación, la Avenida Gijón, Calle Pirita y Carretera Rueda. Ya no registraron más incidencias durante el tercer turno por el apagón. Otros sectores y profesionales de Valladolid también arrimaron el hombro en lo que pudieron durante las horas del corte masivo de luz. El comercio de proximidad tuvo la capacidad de respuesta para convertirse en un pilar fundamental para atender a la ciudadanía en esos momentos de incertidumbre.
Durante las largas horas en las que la falta de suministro eléctrico generó situaciones de dificultad en hogares, calles y negocios, los comercios de proximidad permanecieron abiertos en la medida de lo posible, priorizando las necesidades básicas de la población. A pesar de la imposibilidad de utilizar medios electrónicos de cobro o gestión, muchos establecimientos adaptaron rápidamente su operativa, sirviendo a sus clientes de manera manual, ofreciendo asesoramiento personalizado y facilitando productos de primera necesidad. Fruterías, panaderías, farmacias, tiendas de alimentación y otros pequeños negocios no dudaron en ofrecer soluciones, ajustándose a la situación con creatividad, cercanía y un esfuerzo admirable. Estos comerciantes no solo proporcionaron productos, sino también tranquilidad y confianza en un contexto de desconcierto generalizado. De nuevo, con el apagón pudimos ver la solidaridad de los vecinos de Valladolid en momentos de tensión e incertidumbre, pero también este contratiempo tan grave ha supuesto pérdidas económicas.
Los empresarios de Valladolid han realizado una encuesta entre 500 empresas, y el 95% ha sufrido algún tipo de afectación, especialmente en términos de interrupción de la actividad, pérdidas económicas y desajustes organizativos. Las pymes y microempresas fueron las más vulnerables, ya que más del 80% sufrió interrupciones eléctricas de más de seis horas; casi un 60% ha declarado haber sufrido afectaciones graves o muy graves, y una de cada cuatro perdió más del 50% de su facturación diaria habitual. Aunque la mayoría de las empresas aún no ha podido cuantificar sus daños, entre aquellas que sí han realizado una primera valoración, las pérdidas estimadas se sitúan en una horquilla que va desde varios cientos de euros en pequeñas empresas hasta cifras superiores a los 100.000 euros en negocios de mayor dimensión. Por último, entre los sectores más perjudicados destacan transporte, logística industria, comercio, hostelería y turismo.