Valladolid, como socia y miembro del comité ejecutivo de la Red Internacional de Ciudades Michelin, suscribe el «Compromiso de Querétaro», alineado con su ambición de neutralidad climática en 2030 y su hoja de ruta para poner en marcha la Misión Ciudades Inteligentes de Horizonte Europa, que se acordó recientemente en Pleno. El compromiso subraya la necesidad urgente de una transición justa e inclusiva. En la Asamblea de la Red se ha aprobado también un manifiesto en apoyo a Ucrania y en contra del uso de la violencia contra el pueblo ucraniano.
Este encuentro internacional, que aborda temas de sostenibilidad, planificación y movilidad urbana, busca generar un debate y poner en común el intercambio de las mejores prácticas y políticas urbanas. Ante la crisis sanitaria y socioeconómica de estos dos últimos años, los paneles de la conferencia se han centrado en los retos de la reactivación económica y en cómo lograr que esa recuperación sea innovadora y sostenible.
La responsable del Área de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio del Ayuntamiento de Valladolid, Rosa Huertas, ha compartido las medidas de reactivación económica que se han impulsado desde el consistorio vallisoletano, el apoyo a las empresas y a su transformación digital y las ayudas específicas para proyectos de «circularidad». Recientemente, se ha aprobado el Plan de Acción de Economía Circular de Valladolid, como herramienta esencial en el camino de la neutralidad climática y de la triple transición: ecológica, económica y digital.
Otro factor clave para el cambio será la colaboración público privada, especialmente para recuperar el empleo sobre todo en los sectores más vulnerables. Según el Banco Internacional de Desarrollo, en Latinoamérica, se han perdido 31 millones de puestos de trabajo, señalan los responsables de la Red Michelín. No dejar a nadie atrás y no comprometer las necesidades de las generaciones futuras han sido mensajes esenciales del encuentro.
«Nuestro planeta no puede esperar más tiempo. Está al límite. Tenemos que actuar con determinación y mucho más deprisa». Así comienza el «Compromiso de Querétaro» que hace hincapié en el retraso que llevamos desde la Cumbre de Río de Janeiro, en 1992, que sentó las bases del impulso del desarrollo sostenible para revertir los efectos del cambio climático: «Desde entonces, 30 años de muchas palabras y muy pocas acciones», apunta la declaración.
La red, con sede central en la ciudad francesa de Clermont-Ferrand, tiene el objetivo de desarrollar proyectos de colaboración público privada como motor de la innovación en las políticas públicas de más de 30 ciudades; algo que ahora se considera imprescindible para lograr el objetivo de neutralidad climática. En su declaración, La Red apunta al Acuerdo de París, en el que 3.000 alcaldes firmaron el compromiso de contener la temperatura del planeta en el límite de 1,5 grados en este siglo, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
El otro panel se ha centrado en actuar en ámbitos como la movilidad urbana y el medio ambiente, como ejes que vertebran las ciudades inteligentes, innovadoras y sostenibles. Una necesidad que ya afrontan las políticas públicas en todos los niveles, para lograr los retos que proponen los Objetivos de la Agenda 2030 y una apuesta de las entidades locales en las que es imprescindible la coordinación entre la iniciativa pública, privada, el sector académico, empresarial y la sociedad civil.
En este camino de trabajo colaborativo y conocimiento compartidos, Valladolid sigue reforzando su experiencia con el ecosistema urbano más innovador a través de alianzas y redes nacionales e internacionales, como en este caso con la Red de Ciudades Michelín y otras redes significativas: en España, la Red de Ciudades Inteligentes, RECI, la Red Innpulso; en Europa, Eurocities, en la que Óscar Puente, alcalde del Ayuntamiento de Valladolid es vicepresidente del Foro de Desarrollo Económico.