El Ayuntamiento conmemora, por sexto año consecutivo, El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, proclamado por la Asamblea General de Naciones Unidas en el año 1966, en recuerdo de lo ocurrido un 21 de marzo de 1960, día en el que la policía abrió fuego y mató a 69 personas en una manifestación pacífica contra las leyes del apartheid. La necesidad de seguir conmemorando este día sigue existiendo porque, actualmente, persiste un racismo latente o de baja intensidad que sigue prejuzgando y horadando psicológicamente a las personas que lo padecen.
Racismo como interiorización de cualquier grupo social sobre el que la sociedad construye una imagen negativa, con estereotipos que buscan de manera consciente o inconsciente humillar al otro por distintos motivos: color de piel, origen, etnia, lengua, religión, opciones de vida, etc., presumiendo una superioridad que permite unas actitudes de indiferencia, cuando no de rechazo abierto y en los casos más extremos de delitos de odio. En esta edición, el Ayuntamiento ha programado un conjunto de actividades que reconocen el valor de la convivencia en contraposición a las actitudes discriminatorias.
La primera de estas actividades es el acto institucional presidido por el alcalde, Óscar Puente, acompañado por la concejala de Servicios Sociales y Mediación Comunitaria, Rafaela Romero y la concejala delegada especial de Convivencia y Mediación Comunitaria, Carmen Jiménez. Un acto al que también han asistido distintos miembros del equipo de Gobierno Municipal.
En este acto se ha reconocido la labor del director del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Valladolid y profesor de Filosofía del Derecho, Javier García Medina. Además, las entidades sociales que trabajan por la erradicación de la discriminación racial y étnica han leído un manifiesto y se ha presentado un video de sensibilización especialmente elaborado para conmemorar este día internacional.
La lucha contra el racismo y la discriminación pasa por cambiar las imágenes que unos grupos mantienen hacia las víctimas de sus prejuicios racistas, lo que implica un trabajo de información, educación y de llamadas de respeto a las diferencias culturales, así como a la difusión de aquellos derechos inherentes a la persona y que la Administración pública está obligada a cumplir y, lo más importante, remover los obstáculos para su plena vigencia y ejecución en su ámbito competencial.
El Ayuntamiento, consciente de la importancia de este reto, ha creado una Concejalía Delegada de Convivencia y Mediación Comunitaria que, entre otras atribuciones, se encarga de la ejecución del Plan de Convivencia Ciudadana Intercultural y del cumplimiento de las recomendaciones del Observatorio Municipal de Derechos Humanos.
Este plan cuenta con dos ejes estratégicos: normalización e igualdad de oportunidades y convivencia intercultural, en este último eje el Ayuntamiento apuesta claramente por una sociedad intercultural, con relaciones de convivencia avanzadas que requieren del compromiso de toda la ciudadanía.
Se está trabajando en distintos ámbitos (barrios, empresas, medios de comunicación…) con objeto de visibilizar la diversidad y sus oportunidades. Al mismo tiempo están creando una red anti rumores, cuyo objetivo es crear una convivencia cohesionada y libre de rumores, prejuicios y falsos estereotipos en las redes sociales, a través de una información veraz que combata el desconocimiento que lleva al recelo, la desconfianza y el miedo.
En relación a las medidas adoptadas contra el racismo y la xenofobia, existe un compromiso de las instituciones políticas de este Ayuntamiento de realizar actuaciones a favor de la diversidad (pronunciamientos institucionales, pertenencia a redes comprometidas con la diversidad y reconocimiento de las distintas religiones de la ciudad).
La lucha contra la persecución y el desamparo de las personas susceptibles de protección internacional y asilo político que, actualmente y por desgracia, se ve recrudecida por la invasión de Ucrania, nos ha llevado a diseñar distintas medidas que aseguren no sólo su acogida, sino su plena ciudadanía. Destaca la cesión de seis viviendas, a las entidades sociales que trabajan con estas personas. En el futuro y en colaboración con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se pondrá en marcha el Centro de Atención Humanitaria para la acogida de personas solicitantes de asilo o protección internacional, que contará con 200 plazas y dotaciones que redundarán en beneficio de las personas del entorno.
Importante recalcar que en nuestra ciudad no caben expresiones de intolerancia, discriminación y odio, por eso se continúa con la aplicación de medidas de sensibilización y de prevención contra el radicalismo y los delitos de odio, a través de nuestra presencia en los centros educativos de secundaria, bachiller y formación profesional, pues nuestra acción debe conseguir un equilibrio entre el respeto a las identidades culturales y el cumplimiento de los valores democráticos de nuestro estado.
A lo largo de estos años desde el Ayuntamiento se ha defendido que Valladolid es una ciudad diversa, de todos los colores, en la que todos los ciudadanos tienen un rumbo común y, por supuesto, es una ciudad libre de racismo y de xenofobia, por todo ello es un placer que todos puedan reunirse en la Casa Consistorial, que es la casa de toda la ciudadanía, para declarar el compromiso a favor del respeto y la dignidad humana. Y se reafirma en la idea de que identidades culturales hay muchas, pero la única que de verdad cuenta es la humana.