‘Valladolid, en blanco y negro y a color’: La Puerta de los Carros, vestigio de un convento desaparecido

La conocida ‘Puerta de los carros’, separada de la plaza de San Pablo por la calle Rondilla de Santa Teresa, como si siempre hubiesen sido totalmente independientes. Se trata de un vestigio del desaparecido convento dominico de San Pablo, fundado en Valladolid a principios del siglo XII y destruido a principios del siglo XX, después de la invasión francesa.

El convento también fue utilizado como cuartel, aunque hoy se sitúa en pleno centro de la ciudad de Valladolid, en el momento de su construcción el convento era extramuros. Así, detrás de San Pablo y de la Puerta de los Carros quedaba el convento de Santa Teresa, que se conserva, y las llamadas huertas de Gondomar.

El antiguo convento se conservaba de antaño en el espacio que ocupa hoy el actual Instituto de José Zorrilla. Así lo muestra el plano de Bentura Seco del año 1738, considerado el plano topográfico más antiguo de Valladolid. En dicho documento aparece el desaparecido convento y que en la actualidad, solo sobreviven la Iglesia de San Pablo, la citada puerta y su unión con la Puerta de los Carros.

Esta histórica puerta es uno de los puntos de contacto con el exterior de los antiguos conventos de clausura, que se autoriza en la regla de Urbano IV de 1263. Se decía que es la puerta que abriría el muro exterior del monasterio para introducir en el patio del mismo aquellos objetos de gran tamaño relacionados con las labores agrícolas que se realizaban en la huerta colindante al edificio. Actualmente, el bloque de piedra se reza bajo el nombre ‘Puerta de los carros’, de estilo clásico de principios del siglo XVII.