El Balonmano Atlético Valladolid ha sumado un punto en el Vicente Trueba, la complicada cancha del segundo clasificado de la Liga Plenitude en esta primera vuelta de la competición, que le deja un sabor agridulce ya que tuvo el triunfo en la palma de la mano. Un gol del eslovaco Prokop, salvó los muebles para un Bathco Torrelavega, que como los pucelanos, ha cuajado una sobresaliente primera vuelta. Fue un trabajado empate, ya que los gladiadores azules tuvieron que remontar a su rival en varias ocasiones y además contaron con tener que superar el escollo de Carlos Calle en portería. El exjugador vallisoletano acabó con 16 paradas y un 35% de efectividad, pero en la primera mitad razó el 60%.
Ante ello, los pucelanos mejoraron su acierto de cara a puerta en el segundo periodo y pusieron en práctica un efectivo 5:1 defensivo con Camino en el avanzado, que les dio buenos resultados. Pero el partido estuvo muy igualado desde el inicio. Con Pablo Herrero al mando y buenos minutos de Gerard Forns en portería, el Balonmano Atlético Valladolid en ataque circulaba el balón con paciencia y jugaba con criterio. Sólo las intervenciones de Calle, impedían que el cuadro pucelano liderara el electrónico. El Bathco sin embargo, se aprovechó del buen rendimiento bajo palos y de sus opciones ofensivas para doblar a los pucelanos al paso por el minuto 9, poniendo el 6-3. Esa primera ventaja local importante se diluyó con la inspiración de José de Toledo, pero la férrea defensa cántabra evitaba la remontada. Con el paso de los minutos los gladiadores azules volvieron a la carga.
Con Oliveira y Miguel Martínez asumiendo el peso ofensivo esta ocasión fue la buena, con el 12-13, aunque Torrelavega conseguiría gol para irse empatado al intermedio. Nada más comenzar el segundo periodo, el Atlético Valladolid tuvo balón para estar dos arriba pero la exclusión de Ribeiro le penalizó y los locales de nuevo con Calle poniendo el cerrojo en portería, retomaron el mando hasta lograr su máxima renta en el choque, con el 20-16 al minuto 37. Los pucelanos reaccionaron con cambios atrás. La defensa abierta 5:1 con la presencia de Miguel Camino en el avanzado le dio oxígeno y el empuje y fe en ataque le llevaron a empatar de nuevo el partido, esta vez a 23. El tiempo muerto de Jacobo Cuétara no surtió efecto y el equipo vallisoletano culminó una nueva remontada. Los goles de Toledo, 8 al final y mejor anotador visitante, contrarrestaban la eficacia del lateral cántabro Javier Muñoz desde los 7 metros.
Precisamente una asistencia del lateral internacional brasileño para Álvaro Martínez en los seis metros puso el caramelo en la boca de todos los aficionados vallisoletanos con el 30-31, con únicamente medio minuto por jugar. Pero no pudo ser, y un postrero tanto de 9 metros del eslovaco Prokop, dejó el marcador en tablas con ese 31-31 y al Atlético Valladolid con la miel en los labios, aunque con un meritorio punto en el bolsillo con el que cierra una sobresaliente primera vuelta con 16 y entre los ocho mejores de la competición.