Una semana sin novedades del piloto del ultraligero: los medios aéreos recorren más de 30 kilómetros en Villamarciel

Después de casi una semana del accidente aéreo del ultraligero de Matilla de los Caños, Guillermo uno de los pilotos que viajaba en la cabina continúa en paradero desconocido, después de que localizaran el cadáver de su compañera Beatriz Cantos en el interior de la avioneta. La aeronave fue recuperada de las aguas del río Duero sin que hubiera ningún rastro del cuerpo del teniente alcalde de Geria. Desde entonces, las labores de búsqueda no han cesado y se han centrado en la ribera del río desde la pesquera de Villamarciel hacia aguas abajo.

Por tierra, aire y agua, la Guardia Civil busca al tripulante desaparecido y ya en estos momentos se han recorrido más de 30 kilómetros sin éxito y novedades. Así lo ha apuntado la delegada de Gobierno en la Comunidad, Virginia Barcones, en una visita a Palencia donde ha señalado que esta mañana se han reanudado las labores de localización, sin que en esta jornada participaran los helicópteros del Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León y de la Benemérita, aunque sí que se cuenta con drones y otros medios aéreos para el rastreo.

Los equipos terrestres inspeccionan a pie el lugar del accidente así como los alrededores en busca de alguna pista que lleve hacia Guillermo, de la mano de las patrullas del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona). Por otro lado, por agua, las zodiac de los GEAS junto al Servicio Cinológico no cesan su búsqueda por si pudiera aparecer sumergido en la zona de la pesquera.

En resumen, Barcones señala que «se va avanzando en la investigación, pero no queremos dejar ninguno de los lugares anteriores sin hacer nuevos rastreos», añadió. Por último, también destacó que el dispositivo se está centrando en la zona de la pesquera para intentar que «no se nos escape nada» y a la «mayor brevedad posible» poder encontrar a Guillermo.

En el día de hoy, tampoco han aparecido novedades en cuanto a las causas que provocaron esta auténtica desgracia aérea y se continúa con la investigación por parte de la Comisión de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil. Aunque, el cable que se encontraba en la zona uniendo ambas orillas, y posteriormente apareció enganchado al ultraligero sumergido, tendría «mucho que ver» en el siniestro que sufrieron el pasado sábado 17 de diciembre Beatriz y Guillermo, pero tampoco se descarta que la aeronave pudiera sufrir un fallo técnico previo al choque contra el cable de acero.