Agentes de la Policía Nacional detuvieron en Valladolid este sábado 22 de noviembre a un hombre acusado de cometer un robo con violencia, incumplir una medida cautelar y utilizar una identidad falsa. Sobre las 18.00 horas de ese mismo día, la sala 091 envió una dotación policial a la calle Padre Manjón de la capital vallisoletana después de recibir una llamada en la que varias mujeres pedían auxilio y aseguraban haber sido víctimas de un atraco. Al llegar al lugar, los policías hablaron con una de las mujeres, quien explicó que había sufrido un robo violento mientras se encontraba trabajando en un establecimiento. Según su testimonio, un individuo la amenazó con un cuchillo, colocándoselo en el cuello, para exigirle dinero y los teléfonos móviles.
La víctima también relató a los agentes que el agresor llevaba un calcetín metido en la boca, aparentemente para dificultar que se le reconociera por la voz. Asimismo, un testigo pudo confirmar lo sucedido, señalando que vio salir del local a un joven armado con un cuchillo, que acto seguido accedió a un portal cercano. Con el permiso de una mujer que resultó ser la pareja del sospechoso, los agentes entraron en el inmueble. Allí localizaron al hombre escondido bajo una manta en la única habitación de la vivienda. Tras solicitarle la documentación y negarse este a aportar sus datos, fue trasladado a dependencias policiales para proceder a su identificación. Durante la actuación, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía se encontraron en la cocina el cuchillo empleado en el robo y en el patio interior del edificio, el teléfono móvil sustraído, que presuntamente había sido arrojado desde la vivienda. Tanto la víctima como el testigo identificaron al detenido y el arma utilizada en este robo ocurrido en un establecimiento de Valladolid.
Los efectivos policiales constataron minutos más tarde que el hombre había proporcionado datos falsos y que tenía en vigor una orden de detención y presentación ante la justicia. Así, los agentes intervinieron un cuchillo de cocina con hoja dentada de 23 centímetros y mango gris y blanco, así como un teléfono móvil. El hombre tras ser detenido fue trasladado a dependencias policiales, y posteriormente, puesto a disposición judicial, quedando decretado su ingreso inmediato en prisión.


