Todo pasa por Zorrilla este viernes. El Real Valladolid debe sumar una victoria para no poner fin a esta desastrosa temporada en Primera División y acabar de dilapidar todas las opciones de salvación. El Club se aferra a mantener la llama de la esperanza encendida, impulsar el cambio, dejar atrás la imagen mostrada estas últimas jornadas y volver a competir, a dignificar el escudo, a volver a ganar. Sin embargo, todo ese buen aura que tratan de transmitir desde dentro del equipo choca frontalmente con la desesperación y malestar de los aficionados blanquivioletas que no aguantan más el ridículo que viene haciendo el Pucela en lo que llevamos de temporada encadenando derrota tras derrota cada fin de semana y sufriendo una sangría de goles en casi cada encuentro.
Con todos estos ingredientes, el Real Valladolid recibe a partir de las 21.00 horas a la UD Las Palmas en esta situación crítica, con la tristeza clavada, tras una semana dura por la derrota en San Mamés, pero con la voluntad de levantarse y conseguir los tres puntos ante un rival directo. Con 15 puntos, para los castellanos todo lo que no sea ganar no sirve. Más aún ante un rival, como son los canarios, que también pelean por evitar el descenso y quienes se encuentran en estos momentos con 23 puntos, marcando precisamente la salvación. El Pucela es conocedor de la importancia de este duelo y necesitará recuperar la versión mostrada en su última victoria, a mediados de enero, frente al Betis en el mismo escenario. Mientras, Las Palmas de Diego Martínez no conoce el triunfo en este 2025, en el que ha cosechado seis derrotas y un empate. Los datos favorecen a los amarillos, mejores en el cara a cara, pero que arrastran una mala dinámica en este 2025.
Un duelo al filo, sin margen, donde cada balón importa. La historia, en esta ocasión, acompaña. Echar el cerrojo es la gran meta del equipo pucelano. Y es que en Zorrilla se verán las caras los dos equipos que más goles han encajado con 59 el Pucela y 43 la escuadra isleña. En el apartado ofensivo, Las Palmas presenta mejores registros, ya que con más disparos con 214 -99 a puerta-, ha conseguido más tantos, con 29 que el conjunto blanquivioleta, quien ha realizado 153 tiros -con 56 a puerta-, y ha anotado 16 dianas. En cuanto a la disciplina, Real Valladolid y Las Palmas son dos de los equipos más tarjeteados de LaLiga EA Sports. Sin liderar ninguno de los dos tipos, ambos presentan unos datos altos. El Pucela ha visto 66 amarillas y 4 rojas, y la escuadra grancanaria, respectivamente, 74 y 2. Los registros con balón también son ligeramente superiores por parte de Las Palmas, que cuenta con un 51% de posesión media y un 81% de pases acertados. Unos datos por encima del 42% y del 80%, respectivamente, de los vallisoletanos.
El gol de Sylla en San Mamés le permitió unirse a la cabeza de los máximos anotadores pucelanos, en la que estaban Moro y Amallah con tres dianas cada uno. Por parte de la Las Palmas, con siete goles marcados, destacan el exblanquivioleta Sandro Ramírez y Fabio Silva. El míster del Real Valladolid, Álvaro Rubio, reconocía en la previa del partido de esta noche que la última derrota les «dolió muchísimo» y «queremos rectificarlo». «La única manera de hacerlo es salir al 100%«, expresó, al tiempo que reconocía que «el tiempo juega en nuestra contra porque este partido es importantísimo». El Pucela daba a conocer en la noche de este jueves la convocatoria para el partido ante Las Palmas que está formada por Hein, Rafús, Luis Pérez, Torres, Nikitscher, Javi Sánchez, Cenk, Sylla, Grillitsch, Marcos André, Iván Sánchez, Moro, Mario Martín, Latasa, Cömert, Machis, Amallah, Candela, Anuar, Chuki, Chasco, Maroto y Aznou.
Así, se cae de la convocatoria Stanko Jurić que vio dos tarjetas amarillas en el duelo contra el Athletic Club que supusieron la tarjeta roja. También cabe señalar que el Real Valladolid vs Las Palmas, correspondiente a esta jornada 26 de LaLiga EA Sports ha sido declarado de alto riesgo. El encuentro, además, será arbitrado por Ricardo de Burgos Bengoetxea, quien estará asistido desde el VAR por Busquets Ferrer.
