Todas las mascarillas FFP2 y FFP3 a la venta en Castilla y León cumplen con los niveles de protección exigidos

La Consejería de Empleo e Industria, a través de la Dirección General de Industria, ha llevado a cabo, entre los meses de marzo y octubre de 2021, una nueva campaña de inspección de mascarillas FFP2 y FFP3 con el fin de comprobar si estos productos presentan el nivel de filtración exigido para la adecuada protección de los usuarios. Este tipo de mascarillas, que se clasifican como EPI (equipo de protección individual), protegen a los usuarios de la inhalación de partículas del ambiente, por lo que se ha generalizado su uso para protegerse de virus como el SARS-CoV-2.

Una de las características de este tipo de mascarillas es el nivel de filtración que ofrecen si su uso es el correcto, que es del 94 % o mayor en las FFP2 y del 99 % como mínimo en las FFP3. Este aspecto es el que se ha analizado durante la campaña de inspección realizada por la Junta de Castilla y León.

Para llevar a cabo esta campaña, se han adquirido de forma anónima en establecimientos de venta al público muestras de siete modelos distintos de mascarillas FFP2 y FFP3. Posteriormente, han sido sometidas a ensayo de penetración de aerosoles con cloruro sódico, conforme a lo establecido en las normas UNE-EN 149:2001+A1:2010 y UNE-EN 13247-7:2020 para comprobar su eficacia.

Las muestras han sido revisadas por técnicos de la Dirección General de Industria y posteriormente ensayadas en el laboratorio de equipos de protección respiratoria ubicado en el Centro Nacional de Medios de Protección del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. De acuerdo con estos análisis, estos productos de protección individual presentan el nivel de protección adecuado, ya que no se ha constatado en ninguna de las mascarillas ensayadas que la filtración sea menor de la indicada en los marcados (superior a 94 % y a 99 % para FFP2 y FFP3, respectivamente).

Con los programas de vigilancia de mercado se pretende vigilar el cumplimiento reglamentario de los productos puestos en el mercado, además de concienciar a los fabricantes e importadores de la importancia de una correcta evaluación de las propiedades de los productos que fabrican o importan.