El Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid ha cedido suspender el segundo pase del espectáculo ‘Quasimodo y Esmeralda’ de la compañía francesa Lézards Bleus, previsto para la tarde de este jueves 22 de mayo, en la fachada de la Iglesia de Santa María de la Antigua tras la polémica y el revuelo generado por su actuación en el día de ayer al conocer que carecía del permiso de Patrimonio. «La representación del miércoles fue tanto técnica como artísticamente, un éxito, y fue acogida con gran interés por parte del público», han expresado en un comunicado la organización del TAC. Sin embargo, ante la inquietud generada en distintos ámbitos respecto al alcance de dicha intervención escénica y sus posibles interpretaciones administrativas, la organización ha decidido prudentemente no llevar a cabo la función prevista para la tarde de este jueves a las 20.15 horas.
«Queremos subrayar que se trata de una obra profundamente respetuosa con el patrimonio histórico y religioso. La intervención se desarrolló sin realizar ningún tipo de fijación o acción invasiva sobre el templo y con técnicas totalmente reversibles y diseñadas para preservar la integridad del edificio«, han explicado desde el TAC. Asimismo, tal y como recoge el escrito, el proyecto ha contado con autorización del Arzobispado de Valladolid, titular del edificio, cuyas condiciones fueron consensuadas con la organización del festival y con la propia compañía «para asegurar el respeto a la sensibilidad religiosa y la integridad arquitectónica del edificio». «Lézards Bleus ha enmarcado sus actuaciones en espacios tan emblemáticos como el Palacio de los Papas en Aviñón, el Parque Güell de Barcelona o el Palacio Reale de Turín, todos ellos catalogados como Patrimonio Mundial de la UNESCO, o en la Plaza Mayor de Salamanca, entre un sinfín más de edificios históricos con distinta protección arquitectónica, siempre con el máximo cuidado y respeto hacia los entornos en los que actúa», señalan desde el Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle
«Su propuesta artística no es invasiva y todos los anclajes de seguridad están diseñados para no producir alteración alguna en el estado del inmueble. La organización del TAC siempre ha apostado por poner en valor el patrimonio histórico y artístico de Valladolid a través de las artes de calle. Esta línea de programación ha consolidado a Valladolid como referente en las artes de calle a nivel internacional», reza el comunicado oficial. Por último, desde la organización del TAC agradecen la «implicación y profesionalidad» de la compañía y la «comprensión» del público, al tiempo que reiteran su «compromiso» con la libertad creativa, la defensa del patrimonio y el diálogo con los distintos agentes sociales.
El Ayuntamiento de Valladolid tenía un «informe jurídico» que avalaba el espectáculo
El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, también se ha referido en la tarde de este jueves a la suspensión del espectáculo del TAC y ha explicado que esta función se celebró el miércoles «en base a un informe jurídico que lo avalaba y que desde el Ayuntamiento entendíamos que perfectamente se podía hacer». «A lo largo del día de hoy ha surgido una polémica sobre si necesita o no permisos y con un criterio de prudencia hemos decidido suspender esa actuación», ha señalado Carnero. Por tanto, «hemos actuado con total prudencia. Tenemos un informe jurídico que avala esa actuación y así se la habíamos trasladado al Arzobispado que nos había dado también su plácet para que pudiéramos llevar a cabo este espectáculo», ha aclarado el regidor. «Hemos preferido suspenderlo no sea que hubiera algún tipo de problema o alguna necesidad de autorización, que entendemos que no es así, pero en el caso de que fuera necesaria por ese criterio de prudencia hemos decidido suspenderlo», ha insistido.
En dicho informe jurídico, en palabras de Jesús Julio Carnero, se indicaba que «se podía hacer porque no se estaba actuando en un elemento que supusiera establecer anclajes de manera permanente sino que estaba todo bajo elementos artísticos». «Se trata de una actuación que se ha hecho en muchísimos lugares de la geografía tanto francesa como italiana», ha agregado el primer edil vallisoletano. En definitiva, el alcalde de Valladolid ha concluido que con ese informe entendían que el espectáculo se podía hacer sin ninguna autorización «dado que no se produce ninguna actuación sobre el bien patrimonial que tenga un punto de no retorno, sino que es una actuación que esta compañía lleva haciendo muchísimos años. Pero bueno, se suscita la polémica y lo primero es preservar el patrimonio«.