Más de dos toneladas de caramelos, siete carrozas y 426 participantes han hecho especial la gran Cabalgata de Reyes de Magos de Valladolid. Los protagonistas, Sus Majestades de Oriente, han recorrido las principales calles de la capital vallisoletana desafiando a la lluvia con el único objetivo de cumplir los deseos de pequeños y mayores. Ya desde el mediodía de este domingo 5 de enero, los Reyes Magos llegaron a Valladolid, en concreto, en la Parroquia de San Agustín del Convento de los Agustinos Filipinos donde fueron recibidos por el alcalde Jesús Julio Carnero y la concejala de Educación y Cultura, Irene Carvajal, y tras salir a la calle, Melchor, Gaspar y Baltasar sorprendieron a varios niños que tuvieron la suerte de encontrarse con Sus Majestades.
El alcalde de Valladolid también tuvo unas bonitas palabras antes del inicio de la Cabalgata y reconoció que dentro de la Navidad es «uno de los días fundamentales, junto con la Nochebuena» y más para los niños vallisoletanos ya que para ellos es «el día del año más importante». «En esta Cabalgata lo que va a expresar tanto los Reyes como la ciudad van a ser los buenos sentimientos que tiene la Navidad como la luz, los deseos, la ilusión, la solidaridad, los juguetes o los caramelos», reflexionaba el regidor, al tiempo que señalaba que se trata de «un día de esperanza». Por último, Jesús Julio Carnero también desveló que este año ha pedido en su carta a Melchor, Gaspar y Baltasar «trabajo» y «paz» para todos los vecinos de Valladolid. «A los Reyes les pido trabajo para todos los vallisoletanos que lo estén haciendo pero quieran mejorar su trabajo. Y por supuesto, paz en cualquier lugar del mundo, porque es el motor de la vida. Lo mejor que le podemos pedir a los Reyes Magos es eso; además de que nuestros jóvenes puedan desarrollar aquí su proyecto de vida».
La Cabalgata de Reyes Magos es un acontecimiento único, singular y lleno de magia que recorre cada año en la tarde-noche del 5 de enero las principales arterias de la ciudad del Pisuerga. Sus Majestades, a bordo de imponentes carrozas, saludaron a los vallisoletanos mientras repartían caramelos y dulces anunciando su llegada a la capital para hacer de esta noche una de las más especiales del año. Además, varios grupos de animación y fantasía convierten la Cabalgata en un luminoso desfile que dejó una vez más boquiabiertos a vecinos y visitantes mientras miraban con incertidumbre al cielo por la amenaza de precipitaciones. Aunque algunas cabalgatas de la provincia han tenido que suspenderse o modificar su recorrido, en la ciudad de Valladolid se han arriesgado y la magia de los Reyes Magos se ha vuelto a hacer realidad. Este año la Cabalgata de Valladolid puso en escena sobre las calles todos aquellos elementos que contribuyen a crear un ambiente navideño.
De las propias luces, plantas de invierno, dulces, caramelos, juguetes, ilusiones o deseos nació este desfile con el que la ciudad del Pisuerga ha recibido a los Reyes Magos de Oriente. Una impresionante constelación formada por 40 estrellas con otros tantos bailarines de la Asociación Profesional de la Danza Prodanza de Castilla y León abrieron el mágico desfile, dando paso a su vez a la primera carroza que simulaba el viaje entre Occidente y Oriente a través de las aves migratorias que anualmente hacen ese mismo recorrido. A continuación, un espectacular jardín mágico y muy navideño aportó aún más luz al desfile, seguido de otras carrozas dedicadas a los juguetes típicos y tradicionales desde una visión contemporánea. Sin duda, una de las carrozas más llamativas fue el gran carruaje de caballos pilotado por 16 niños. La compañía francesa Elixir presentó un pasacalles muy dulce lleno de dinamismo, malabares, zancudos y acróbatas que antecedió a la tercera carroza que fue un gran tren de juguete lleno de niños.
La siguiente carroza del desfile navideño de Valladolid estuvo inspirada en un gran barco pirata con una joven tripulación comandada por grandes muñecos construidos con globos y que representaban a una histórica marca de muñecos con el que han jugado varias generaciones. Por detrás, tres pajes gigantes -construidos con globos-, dieron más de una sorpresa a los asistentes. A los cortejos reales les acompañaron unos acróbatas con imposibles piruetas y música que nos recordaban a los recortables con los que jugaron generaciones anteriores. Como no, en una Cabalgata con aires y tradiciones de antaño no podían faltar los soldaditos de plomo tamborileros sobre zancos. Al final del recorrido, la Escuela Municipal de Música de Valladolid recibió a Sus Majestades en la calle Ferrari y les acompañó hasta su llegada a la Casa Consistorial con marchas muy animadas y sobre todo navideñas.
Los séquitos reales, tras realizar la ofrenda y adoración en el Belén de la Plaza Mayor, fueron recibidos por las autoridades municipales en la Casa Consistorial y posteriormente procedieron a realizar uno de los momentos más épicos de la noche de Reyes, como es el saludo desde el balcón consistorial a toda la ciudad y en particular a los niños vallisoletanos. Así, Melchor, Gaspar y Baltasar comenzaban una larga noche de reparto de regalos por Valladolid y confiar para que en este 2025 se nos cumplan todos nuestros deseos.