¿Quién es San Pedro Regalado, el patrón de la ciudad de Valladolid?

Santo, patrón de Valladolid y venerado por los toreros: hablamos de Pedro Regalado y de Costanilla. San Pedro Regalado, a quien hoy recordamos por la festividad patronal de Valladolid que se celebra cada 13 de mayo, fue de los religiosos más admirados de su época. Nació en 1390 en la calle actual calle Platerías, conocida en aquel entonces como La Costanilla, así lo recuerda una placa en el suelo que cita al historiador Juan Agapito y Revilla.

Con apenas trece años ingresó en el convento de San Francisco. Pronto entabla una estrecha relación con el sexagenario fray Pedro de Villacreces. El anciano monje y su novicio llevaron a cabo la particular cruzada de recuperar la rigurosa regla de los franciscanos, diluida ante la admisión masiva de personas sin oficio ni beneficio debida a las muertes consecuencia de la peste; novicios con menos interés en la religión que en un mendrugo de pan, con más interés en un jergón al final del día que en los rezos matinales.

La singular pareja fundó, entre otros, el convento de la Aguilera (Burgos), localidad de la que también es patrón el santo vallisoletano. Allí, y acompañado por su inseparable maestro, predicó la renovación de la vida monástica con su ejemplo, encargándose de arduas tareas y del cuidado de los necesitados. El futuro patrón de Valladolid retorna a su tierra natal a principios del siglo XV como maestro de novicios destinado al convento del Abrojo, fundado por su mentor en Laguna del Duero. En la actualidad solo se conservan la fuente y el estanque que regaban el huerto.

Aunque las habladurías sobre los milagros que obraba el joven fraile pronto se extendieron entre la población, su fama no llegará hasta la muerte de fray Pedro de Villacreces y su elección como prelado de La Aguilera y El Abrojo. Su obra y sus milagros alcanzan tal popularidad que otros conventos no tardan en alinearse con su reforma. Pedro Regalado renegaba de esa admiración que despertaba. Vivió, cuentan las crónicas, entregado al misticismo, al rezo constante y a la práctica de la flagelación corporal. Cada semana, se decía, escenificaba en Via Crucis.

Murió en marzo de 1456 en La Aguilera. Poco después su tumba recibía la visita de la mismísima Isabel la Católica, quien ya lo consideraba un santo. No obtuvo tal reconocimiento hasta el 29 de junio de 1746, tras la canonización por Benedicto XIV en Valladolid. Ese mismo año fue nombrado patrón de la ciudad.

No son pocos los milagros que se relacionan con el santo vallisoletano. Uno de los más conocidos está protagonizado por la Virgen: se dice que mientras rezaba en El Abrojo, sintió tan deseo de venerarla en La Aguilera que se apareció, sin explicación coherente, en el convento burgalés, y de la misma forma regresó al templo vallisoletano.

Aunque, quizá, el milagro más conocido del santo es el que lo relaciona con el mundo del toreo. Según este, en el recorrido que separa El Abrojo de la capital, Pedro Regalado fue sorprendido por un toro bravo huido de una corrida. El fraile levantó su mano y pidió a la res que se agachase. El toro, manso de repente, se postró ante él. Pedro le retiró entonces los hierros que lo herían y le conminó a marchar sin embestir ni hacer mal alguno. Por este episodio fue nombrado patrón de los toreros en 1951.

Valladolid conmemora la festividad de su patrón con un programa festivo durante estos días, en los que destacan las actividades taurinas, musicales y el folclore. Además, existen muchos simbolismos en la ciudad que nos hacen recordar la vida de este Santo. En 1865 se le dedicó la calle que va hasta la Catedral y que aún se mantiene en el callejero. Además de esto, hay un barrio en Valladolid que lleva su nombre.

En la calle Platerías también permanece la casa donde nació después de que fuera remodelada tras el incendio que asoló la ciudad en 1561. En la iglesia de San Salvador se puede ver la pila donde fue bautizado. La parroquia tiene también una imagen del Santo que muchos vallisoletanos tienen por costumbre visitar en fechas señaladas de la ciudad, y en la Plaza de El Salvador, se puede ver una estatua dedicada a su figura que se erigió el 13 de mayo de 2004.