Otro mazazo para el deporte vallisoletano: el RVB cae a Segunda FEB en una noche aciaga en Pisuerga

El deporte vallisoletano ha vivido un año para olvidar. Tras el descenso del equipo de fútbol, este viernes se ha consumado también el batacazo en baloncesto. Ambos equipos de Real Valladolid han perdido la categoría esta temporada y la afición blanquivioleta y toda una ciudad vuelve a señalar al máximo responsable, el presidente Ronaldo Nazário. Tras ocho temporadas en la ahora Primera FEB, el Pucela Basket consumó su descenso a Segunda FEB tras una noche aciaga en el Polideportivo Pisuerga en todos los sentidos. Ante el Hestia Menorca, en un duelo al todo o nada y con la vida en juego, el conjunto blanquivioleta no ofreció una buena versión y fue siempre a remolque del rival, que tuvo más acierto y gestionó mucho mejor el aspecto físico y emocional hasta llevarse la victoria y la permanencia con total justicia.

Los vallisoletanos estuvieron negados en el tiro y terminaron rotos hasta certificar la derrota por 65-77 que consuma el descenso. Todo lo que pudo salir mal a los chicos de Alejandro Paniagua salió mal, a pesar de que en Pisuerga se dieron cita 6.500 pucelanos con un recibimiento a la altura del partido. Pero ya desde que se lanzó la bola al aire, fue el Menorca quien gestionó mejor los aspectos que decantaron el encuentro, especialmente el acierto y el emocional en los momentos críticos. En un inicio de nervios, lógico por lo que había en juego, las primeras posesiones se saldaron con fallos en ambos lados de la pista. El artillero Jalen Cone puso la primera del partido y abrió la lata de tres, pero Jaan Puidet a continuación también anotó buscando el aro y estrenó al Pucela Basket. En los primeros cinco minutos el saldo de puntos de las ardillas era muy pobre con tan solo 4 puntos, lo que mantenía a los menorquines con una buena renta (4-12). Poco a poco se fue liberando el conjunto pucelano y de la mala selección de tiro, quizá por el exceso de ímpetu y revoluciones, se pasó al orden y a la velocidad que querían imponer los castellanos.

Así, la remontada parcial se fraguó con un buen nivel defensivo que permitió correr y sumar en transición. Imponiendo ese ritmo el RV Baloncesto se puso a dos con la segunda unidad en cancha, y ese trabajo de pico y pala permitió a las ardillas salvar la primera desventaja peligrosa y finalizar el primer asalto con empate técnico. Los jugadores de Javi Zamora no se amedrentaron por el ambiente ni por la reacción local. Menorca mantuvo un nivel de acierto altísimo desde el perímetro y su séptimo triple precedió a primer tiempo de la contienda. La reacción pucelana no llegó y apenas tres minutos después, el Paniagua tuvo que pararlo de nuevo con los visitantes yéndose en el marcador por 26-36. Los minutos y las canastas iban pasando y los visitantes siempre encontraban soluciones y la réplica ante la falta de continuidad local. Samkelo Cele se echó el equipo a las espaldas e intentó liderar la remontada, anotando ocho puntos casi consecutivos para encender a Pisuerga (58-61). A gritos de «sí se puede», daba la sensación de que era un ahora o nunca por el ímpetu de ese tramo, pero nuevamente y con poso, llegó el somnífero menorquín.

Pol Figueras de tres y otros dos tiros libres de Jalen Cone, de vuelta sobre el parqué descansado, tumbaron de nuevo al conjunto castellano. Y tristemente, ahí terminaron muriendo las opciones blanquivioletas. El RVB comenzó a encadenar malas decisiones, malas posesiones con pérdidas que Menorca acabó rentabilizando al máximo. El Real Valladolid Baloncesto terminó cayendo por 65-77, con la mayoría de sus jugadores lesionados o arrastrando problemas físicos, tirados en el suelo en la zona de los banquillos ante el desgaste, y en el aspecto puramente emocional, todo el Polideportivo Pisuerga vio cómo se consumaba el descenso a Segunda FEB.

Y tras el descenso, llegaron las reacciones: Paniagua y Carnero, al habla

Alejandro Paniagua no logró el milagro de salvar al Real Valladolid Baloncesto en el último tramo de la temporadas. Con el cese de Iñaki Martín, el preparador pucelano cogió las riendas ante este reto mayúsculo, pero la catástrofe se consumó. Tras el encuentro, el técnico pucelano quiso felicitar a Menorca por el partido y por conseguir la permanencia, y también agradeció a su afición por haber acudido «en masa a apoyarnos». «Ellos siempre están ahí, aunque nosotros no les hayamos dado todo lo que debiéramos a lo largo de la temporada», expresó Alejandro Paniagua, quien en nombre del equipo, quiso pedir disculpas por la triste temporada y por el descenso de categoría. «Estoy muy jodido. Yo siento este Club como parte de mí. He tratado de darle a este Club lo mejor de mí en cada momento, lo mejor que he sabido. Cuando era inexperto, con mi inexperiencia, pero con mis ganas, a mí me ha ido cogiendo bagaje, pero siempre he tratado de dar lo mejor de mí«, admitió.

Por otro lado, el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, también se ha referido en la mañana de este sábado al descenso del Pucela Basket, en otra «noticia tristísima» para la ciudad. «La temporada del Club de baloncesto ha sido muy mala. Lo único que queda ya es mirar en el año que viene, remontar y volver a coger la categoría en el fútbol y en el baloncesto», se mostró optimista el regidor. Asimismo, Carnero también habló de la separación de caminos entre el Real Valladolid y el equipo de basket, y afirmó que desde el Ayuntamiento estarán en diálogo con el CBC Valladolid para conocer sus necesidades, «y en la medida de nuestras posibilidades, estaremos siempre con el deporte vallisoletano y también con el Club de baloncesto».