Nuevo caso de negligencia médica: condenado un cirujano vallisoletano por una extirpación innecesaria de un pólipo en el colon

Nuevo caso de negligencia médica en Valladolid. La Asociación El Defensor del Paciente ha hecho público una sentencia que condena a un cirujano de Valladolid por una intervención quirúrgica innecesaria y ejecutada sin el debido consentimiento. El Juzgado de Primera Instancia número 12 de Valladolid ha dictado sentencia condenando a un cirujano vallisoletano a indemnizar con 93.358 euros a un paciente, también médico de profesión, por los «graves daños» sufridos a consecuencia de una actuación médica negligente. La sentencia señalaba que el doctor realizó una «cirugía desproporcionada y evitable, ocasionando graves secuelas físicas y psíquicas al paciente».

El caso sucedió en marzo de 2021, cuando el paciente de 71 años, en el momento de los hechos, tras ser tratado en la consulta privada en Valladolid del cirujano condenado, se sometió a una intervención quirúrgica laparoscópica para la extirpación de un pólipo benigno en colon ascendente, previamente diagnosticado mediante colonoscopia. Sin embargo, la operación derivó «en complicaciones graves debido a un error en el diagnóstico endoscópico previo y a una actuación de cirugía abierta desproporcionada», según detallan desde El Defensor del Paciente en un comunicado recogido por Valladolid Plural. La sentencia establece que la cirugía «no era necesaria», ya que el pólipo, de pequeño tamaño de 0.9 centímetros y benigno, podía haberse tratado con resección endoscópica o seguimiento colonoscópico. Además, el cirujano amplió y cambió la intervención, pasando de laparoscópica a cirugía abierta «sin justificación», al no encontrar el pólipo, «resecando dos tercios del intestino grueso, sin contar con pruebas suficientes ni recabar el consentimiento del paciente o de sus familiares».

Lo «más grave» es que al no encontrar el pólipo en la ubicación inicialmente señalada, en lugar de detenerse y realizar nuevas pruebas diagnósticas, optó por una «cirugía abierta excesiva e injustificada, que resultó en una extirpación mayor del intestino y graves secuelas irreversibles«, indicaron. De manera «totalmente injustificada resecó colon ascendente y transverso, sin pruebas que lo justificaran, aumentando así el riesgo quirúrgico y generando secuelas graves e irreversibles para el paciente», señalan. La decisión de seguir cortando sin sentido el intestino del paciente anestesiado, sin una nueva verificación médica, resultó en un «daño irreparable» para el paciente. Entre las consecuencias de esta actuación, el paciente sufrió la amputación de colon ascendente y transverso, con trastorno funcional, dos hernias periumbilicales, un trastorno de estrés postraumático, cicatrices abdominales innecesarias y alteraciones intestinales persistentes. Además, permaneció de baja durante más de 14 meses debido a las complicaciones derivadas de la cirugía.

El magistrado concluyó que la actuación del cirujano «no se ajustó a la Lex Artis médica y que la falta de consentimiento informado constituye un grave incumplimiento de los derechos del paciente». La sentencia desestima la responsabilidad del endoscopista, aunque reconoce que su diagnóstico previo fue «erróneo» en la localización y tamaño del pólipo, lo que influyó en la decisión quirúrgica posterior. Al respecto, el abogado del caso, adscrito a los Servicios Jurídicos de la Asociación El Defensor del Paciente, ha expresado que «esta sentencia supone un importante reconocimiento del derecho de los pacientes a ser informados de manera adecuada antes de cualquier intervención médica». «En este caso, el cirujano actuó de forma unilateral, adoptando una decisión que implicaba graves consecuencias, de las que tenía que haber informado al paciente. La actuación del cirujano fue precipitada, invasiva y con consecuencias devastadores para la salud de mi cliente», ha asegurado.