Los hospitales y centros de salud de Castilla y León han regresado a la normalidad tras el corte de luz vivido este lunes en toda España, gracias a la implicación de todos los profesionales y a la comprensión de los ciudadanos, que han colaborado en todo momento ante una situación que no se había producido nunca con tal magnitud. Así, los hospitales están procediendo a la reprogramación inmediata de las intervenciones quirúrgicas, consultas y pruebas diagnósticas que no pudieron ser realizadas por falta de electricidad, al igual que los centros de salud con aquellos documentos clínicos que no pudieron ser registrados en el momento.
Por lo que se refiere a los hospitales, los grupos electrógenos de respaldo que saltan automáticamente cuando hay cortes de luz funcionaron, y gracias a ellos pudo mantenerse la actividad quirúrgica urgente y la actividad esencial durante horas, como respiradores, incubadoras, monitores cardíacos y otros dispositivos médicos vitales. Aunque hay instalaciones que se quedaron sin luz en algunas zonas, estos cortes no han afectado a la asistencia crítica, ya que se reserva la energía para estos casos. Entre un 30 y un 35% de la programación quirúrgica en jornada ordinaria de mañana no pudo realizarse, así como un 20-30% de las pruebas diagnósticas y un 15% de las consultas externas previstas. Los centros de salud no tuvieron que suspender prácticamente ninguna consulta porque a la hora que se produjo el apagón había luz suficiente. Únicamente hay que reseñar los ya citados problemas de conexión que impidieron conectarse al programa ‘MedoraCyl’ de gestión de la historia clínica o al sistema de receta electrónica RECYL, aunque los pacientes que lo necesitaron tuvieron recetas en papel.
Hay que destacar el apoyo para la ayuda logística de Protección Civil, la UME, las agrupaciones de voluntarios de los ayuntamientos y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En líneas generales, los centros de salud y los Puntos de Atención Continuada han permanecido abiertos prestando asistencia en horario habitual, salvo el uso de papel y bolígrafo para todas las gestiones, y los casos detectados como graves fueron derivados a los hospitales. Se han utilizado generadores de emergencia, algunos de los cuales fueron facilitados por los ayuntamientos. Donde no ha sido posible habilitar un generador de emergencia, el personal ha permanecido en los PAC prestando asistencia sanitaria, sin reflejar incidencias en la atención. En cuanto al Centro Coordinador de Urgencias y Emergencias de Sacyl, procedió a agrupar las ambulancias en los hospitales y centros de salud para garantizar su activación lo antes posible, con el apoyo de las policías locales de la Comunidad.
Además se envió oxigenoterapia a aquellas residencias de mayores o centros que lo precisaron, y se habilitaron puntos de electricidad para los pacientes de oxigenoterapia domiciliaria que lo precisaron. Como consecuencia del corte eléctrico en los hospitales de la Comunidad, en Valladolid no se pudieron realizar 85 cirugías entre el Clínico y Río Hortega, mientras que en el Hospital Comarcal de Medina del Campo fueron 2. Mientras que en el resto de provincias, en Ávila no se pudieron realizar 18 cirugías, Ávila 10, Soria 5, Segovia 18, Palencia 7, El Bierzo 7, Salamanca 22, León 40, Burgos 18, Aranda de Duero 5, mientras que en Miranda de Ebro el apagón no afectó a ninguna intervención.