Luis y Javier, los policías que rescataron a una mujer impedida en el incendio del Paseo Zorrilla: «Fueron momentos de mucha tensión, pero todo salió bien»

Fueron momentos de tensión, de angustia, pero lo vieron claro. Luis y Javier, agentes de la Policía Nacional de Valladolid, fueron los héroes uniformados que salvaron a una mujer mayor de las llamas del incendio en su vivienda el pasado domingo en el Paseo Zorrilla de la capital. Los policías entraron hasta el fondo del domicilio que estaba ardiendo y lleno de humo para rescatar a una anciana con movilidad reducida que se encontraba en la cama sin poder moverse, junto a su hija. Ambas mujeres estaban en una habitación, en la que afortunadamente todavía no habían llegado las llamas, y los agentes vallisoletanos consiguieron llegar ilesos a la estancia. Allí, los policías pudieron contener el fuego protegiendo la habitación colocando mantas y toallas en la puerta para evitar la entrada de humo. La actuación no fue fácil, pero la valentía de Luis y Javier fue el salvavidas de una familia vallisoletana.

Los agentes y las dos mujeres permanecieron en la habitación del domicilio con la puerta protegida y las ventanas abiertas durante unos 7 minutos mientras los Bomberos y el resto de agentes de la Policía Nacional y Municipal sofocaban el fuego en el resto de la vivienda. Luis y Javier intentaban tranquilizar a las dos mujeres porque sabían que todo iba a salir bien ya que tenían la situación controlada, estando en todo momento en contacto con los compañeros que se encontraban en el exterior. Y efectivamente todo salió bien, tanto lo agentes como la familia vallisoletana salieron ilesos del incendio. Esta heroica actuación es merecedora de reconocimiento y agradecimientos en este caso a las personas de Luis Morales y Javier Miano, que no dudaron ni un segundo en ayudar a la anciana en apuros y a su hija a pesar de la peligrosidad que en un principio transmitía el fuego. «Estamos bien, inhalamos un poco de humo. Al terminar nos encontrábamos un poco mal y nos dijeron que lo mejor era que fuéramos al hospital. Teníamos dolor de cabeza y garganta, y simplemente nos pusieron una máscara con oxígeno», ha explicado uno de los agentes actuantes Luis Morales en una entrevista a Valladolid Plural.

«Como todo salió bien estamos muy contentos. Fueron momentos de mucha tensión, pero lo importante es que el resultado final fue bueno», han reconocido Luis y Javier, quienes también nos ha contado que «estamos contentos con nuestro trabajo». «Tenemos muchos avisos de este tipo en los que te toca actuar rápido pero tenemos un respaldo grande de todo los compañeros y el Cuerpo. Es nuestro día a día», ha confesado Miano. Por su parte, Luis recuerda que cuando ocurrió todo estaba de servicio junto a su compañero Javier por la zona. «Cuando nos llegó el aviso por el incendio en un piso ya nos alertaron que había una mujer impedida en el interior de la vivienda. Tanto a mí como a mi compañero Javier nos pilló muy cerca ya que estábamos en el mismo Paseo Zorrilla», ha explicado. «Rápidamente nos desplazamos hasta el domicilio, subimos corriendo mientras llevábamos ya un extintor y un ariete, aunque cuando llegamos, la casa estaba abierta. En ese momento salió el hijo de la mujer y nos pudo decir las indicaciones sobre el origen del incendio -debido a una manta eléctrica-, donde estaba el fuego y también la ubicación de la habitación donde estaba su madre. Era al final del pasillo a la derecha. La casa estaba inundada de humo negro, no se veía nada«, relatan los agentes.

En primer lugar, según indica Luis «vaciamos un extintor en el salón de la casa y fuimos agachados con las linternas alumbrando por el pasillo y ya al llegar a la habitación, entramos. Lo primero que vimos fue una mujer de pie, que resultó ser la hija y su madre estaba en la cama. Una vez que estábamos con ellas comenzamos a tranquilizarlas, mientras cerramos rápidamente la habitación. Empezamos a poner unas toallas en la puerta para que no entrara más humo y con otras toallas sacamos el humo por la ventana porque la habitación estaba prácticamente inundada». Como era normal, la hija se encontraba «muy nerviosa» por el incidente, pero los agentes supieron controlar tanto el fuego como la situación, ya que tranquilizaron a las mujeres indicándolas que «estábamos allí nosotros, que habíamos apagado el fuego», insistiendo en que «estaba todo bien y que no iba a pasar nada». «Vimos claro la entrada a la casa, es decir, que íbamos a poder llegar el compañero y yo, juntos, hasta la habitación porque el hijo nos dijo que era una habitación exterior con una ventana al Paseo Zorrilla, y cuando conocimos ya toda la situación nos dio esa confianza para poder hacerlo», ha explicado el agente Morales.

«En estos instantes cuando estás valorando qué se puede hacer, sí que tuvimos esa garantía de que sí que podíamos llegar, a pesar de que no se veía nada con el humo. Estaba todo negro. Además del incendio, el aire de la calle estaba metiendo todo el humo a la vivienda, incluso veíamos un remolino hacia dentro, no se veía nada, solo el suelo. Y deslizándonos por él nos agachamos hasta que llegamos al fondo del pasillo, sin saber muy bien donde estábamos, y también con el temor de lo que nos íbamos a encontrar en la habitación y que tuviéramos que volver por nuestros mismos pasos», ha manifestado el policía. «Nosotros estábamos tranquilos en cierta manera, habíamos asegurado la habitación del humo, teníamos una ventana al exterior, emisora para comunicarnos con los compañeros, e incluso nos estaban viendo desde la calle, pero mientras estábamos allí el fuego seguía, aunque a la señora le habíamos dicho que lo habíamos apagado para que se tranquilizara. En esos momentos, los compañeros del Cuerpo de Bomberos estaban tratando de extinguir las llamas, ya que estaba ardiendo un sofá y unas cortinas. El fuego estaba bastante fuerte», nos cuenta Luis.

Una vez que el incendio estaba ya controlado, los Bomberos vieron que se complicaba el rescate de la anciana al no poder hacerlo por la ventana con la escala como habitualmente se realizan este tipo de rescates con personas mayores o atrapadas dentro de las viviendas. Los árboles y las ramas obstaculizaban las maniobras de los efectivos, «entonces la decisión fue esperar a ventilar toda la casa que llevó otros 15 minutos y ya tuvo que subir el personal sanitario para atender a la mujer y evacuarla», ha reconocido Luis Morales. Una vez ya en el Hospital Río Hortega donde fueron trasladados todos, Luis y Javier pudieron hablar con el hijo de la anciana impedida «y nos ha dicho que se encuentran bien y la mujer está estable«. «Estaba muy agradecido y no podía contener la emoción al hablar con nosotros porque habían pasado mucha tensión. El hombre se vio allí desbordado y no sabía muy bien cómo actuar. Al ver que llegamos a la vivienda rápidamente pues ya vio que le podíamos ayudar», han contado los agentes, agradecidos a su vez por las muestras de cariño y agradecimiento de esta familia así como de la docena de personas que tuvieron que ser evacuadas del edificio afectado, entre ellas una mujer embarazada.

Luis y Javier son dos agentes de la Policía Nacional, como otros muchos a lo largo y ancho de nuestro país, que se dejan la piel cada día por protegernos y ayudar a los ciudadanos cuando ocurren desgracias, y sin duda lo de este pasado domingo fue una actuación de héroes y que «nos deja la cara bonita» de nuestro trabajo diario. Ambos compañeros han tenido desafíos también en otras intervenciones similares en Valladolid como en un incendio del Paseo San Vicente, donde también tuvieron que socorrer a una mujer en el interior de su vivienda que estaba en llamas, o en el barrio de Las Delicias, donde rescataron a una madre y tres niños de un incendio en su casa, que también estaba a oscuras llena de humo al dejarse una cazuela al fuego.