No hay manera de doblegar al Balonmano Atlético Valladolid en su feudo. El conjunto pucelano ha sumado este domingo un triunfo más en un Huerta del Rey, que nadie ha podido conquistar hasta la fecha. A los gladiadores azules de David Pisonero sólo les inquietó su rival durante los instantes iniciales del choque, pero supieron aprovechar muy bien las recuperaciones y goles fáciles con su juego en velocidad, además de rayar nuevamente a gran altura en defensa y portería.
Con este triunfo por 34-26, el quinto seguido, el Atlético Valladolid sigue haciendo historia y apretando a la parte noble de la Liga Plenitude con la sensación de que el espectáculo va a continuar. El Helvetia Anaitasuna se ha convertido en el décimo rival que no ha podido doblegar a los gladiadores azules esta temporada en Huerta del Rey y la siguiente cita también es en casa, lo que permite seguir soñando. Los primeros compases fueron igualados, pero el Balonmano Atlético Valladolid salió muy centrado a nivel defensivo y eso a la larga le dio el dominio del encuentro. Anaitasuna trataba de jugar a ritmo controlado, intentando parar las transiciones donde el cuadro de David Pisonero es muy efectivo. Lo consiguió durante algunas fases, pero al final el vendaval local se les vino encima y su plan de partido no resultó. Así, el Balonmano Atlético Valladolid también fue imponiendo el peso de su ataque y ya logró distanciarse con solvencia, con el 6-2 en el minuto 11.
El 6:0 de Anaitasuna por momentos duro e intenso y las intervenciones del portero Santamaría, hacían que el cuadro local no pudiera sacar del encuentro a su oponente si no era corriendo. Pero los pucelanos ya seguían dominando y hasta el final de la primera mitad fue aumentando la ventaja hasta llegar con 7 tantos a favor al descanso. La segunda mitad ya no tuvo historia. El encuentro lo tuvieron controlado los locales con diferencias favorables que rondaban los 8 goles. Su defensa con el centro dominado por Lucas Ribeiro junto a Gedo con el apoyo de Toledo, Gustavo Oliveira o Miguel Martínez, además de los positivos relevos de Pedro Martínez, no dejaba que el conjunto navarro siquiera les inquietara. Bar además echaba el candado ante su exequipo y en ataque no había ninguna concesión ni desde los seis metros, con los goles de Álvaro Martínez, la eficacia desde los siete metros y el extremo de D´Antino, ni con el juego directo y vertical de Pisonero, Oliveira y Herrero. El guardameta César Pérez le dio un respiro al inspirado Juan Bar que se fue al banco con 10 paradas.
Con el partido sentenciado, las paradas del capitán pucelano y el espíritu competitivo y ambición de sus compañeros no dieron opción al maquillaje de los navarros. Un gol de Miguel Martínez daba la máxima renta del encuentro al Balonmano Atlético Valladolid, con 10 goles, y un 33-23 a poco más de 3 minutos para el bocinazo de un compromiso, que ha supuesto la octava victoria de la temporada en su fortín para el equipo pucelano, al ganar por 34-26 al equipo navarro.