Los artistas cancelados en el TAC por su función en la Antigua: «Limpiamos y reparamos. Descubrimos una iglesia en avanzado estado de abandono»

Empezó mal y acabó peor. El 26 Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid ha tenido una buena acogida de público y ambiente en las calles de la capital, pero se ha celebrado con un sabor algo agridulce. Sobre todo para la compañía francesa Lézards Bleus por la polémica surgida en torno a su espectáculo ‘Quasimodo y Esmeralda’ que tuvo en la Antigua. Las críticas por el desarrollo de su función el pasado miércoles sobre la fachada y torre de la Iglesia Santa María de la Antigua, declarada BIC, y la ausencia de permisos de Patrimonio, llevó a la suspensión de su segundo pase que iba a tener lugar al día siguiente, en el mismo lugar y a la misma hora. Tanto la puesta en escena de la actuación durante el primer día del TAC como la decisión de su cancelación dieron lugar a opiniones contradictorias y enfrentadas.

Faltaba la opinión de los propios artistas cancelados, que coincidiendo ya con la clausura y la entrega de premios de la 26 edición del TAC, emitieron este domingo un comunicado para valorar la suspensión y defender su actuación en el festival vallisoletano. En un texto compartido por el propio alma mateur de la compañía Lézards Bleus, el coreógrafo francés Antoine Le Menestrel, se explica cómo transcurrieron los hechos durante las primeras horas del TAC hasta su cancelación y las circunstancias que rodearon su participación en el festival. En primer lugar, los artistas han señalado en el escrito publicado en sus redes sociales que ya en la tarde del pasado miércoles 21 de mayo, «en medio de los ensayos del espectáculo, la función fue cancelada y luego autorizada sólo 15 minutos antes de su inicio«. «Nos mantuvimos concentrados, nos preparamos a pesar de todo y el espectáculo finalmente tuvo lugar a las 20.15 horas, como estaba previsto, en la fachada de la Iglesia de Santa María de la Antigua de Valladolid», cuentan en el comunicado recogido por Valladolid Plural.

A este respecto, los actores reconocen que «el espectáculo fue aclamado como uno de los momentos artísticos más destacados del Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle por un público numeroso y entusiasta». «Este éxito fue posible gracias a la movilización conjunta de los miembros de la compañía Lézards Bleus, los equipos técnicos y la organización del festival, así como el apoyo de la parroquia. Juntos formamos un auténtico equipo de cuerda humana, cuya culminación fue compartir el espectáculo con el público. En este contexto, esta preciosa representación era exigente y arriesgada», han indicado los franceses. La decisión de la organización del TAC de cancelar la segunda función, prevista para el 22 de mayo, dejó a los artistas «atónitos y profundamente entristecidos». En referencia al comunicado del TAC que se emitió el pasado jueves sobre la actuación ‘Quasimodo y Esmeralda’, los organizadores mencionaron «las inquietudes planteadas en diversos círculos por el alcance de esta intervención escénica y sus posibles interpretaciones administrativas», a lo que Lézards Bleus ha respondido que «cumplió con la advertencia de los organizadores».

«Al igual que muchos espectadores frustrados reunidos al pie de la iglesia, no entendemos esta decisión. Niños y artistas lamentaron la cancelación. Esta decisión afectará a la empresa. Los miembros del jurado del festival no han podido juzgar la calidad del espectáculo», ha lamentado la compañía francesa. Lézards Bleus colabora con el TAC desde 2012 y reconocen que han traído a Valladolid «estrenos de varias creaciones», siendo la última más reciente hace tres años cuando representaron ‘Lignes de vie’ en el Museo de la Ciencia. Para la recreación de ‘Quasimodo y Esmeralda’, espectáculo cancelado en la edición de este 2025, «trabajamos con rigor y en sintonía con el festival, como siempre lo hacemos». «Esta obra, fruto de varios meses de creación, se enmarca en un enfoque de valorización del patrimonio, respetando su entorno material y simbólico. Nuestro enfoque se basa en principios claros, respeto por los lugares, reversibilidad de las instalaciones, profunda atención a la memoria del sitio y sus usuarios», expresaron. Asimismo, han explicado que «nuestras zapatillas están fabricadas en goma blanca, para no dejar huellas. No hay partes metálicas en contacto con la piedra, no hay cables, no hay puntos de anclaje invasivos«.

«No entendemos las críticas que han hecho algunos responsables del patrimonio y la presión que han ejercido sobre el festival. Lo que descubrimos allí fue una iglesia en avanzado estado de abandono con tejas rotas, una gruesa capa de excrementos de palomas y cadáveres, reformas ruinosas que amenazaban con caer, cadenas de campanas oxidadas, gárgolas bloqueadas, grafitis y focos sucios», han desvelado desde la compañía francesa. «Antes de que la casa de Quasimodo pudiera albergar el espectáculo, limpiamos, barrimos, despejamos, borramos, reparamos y protegimos«, han exclamado los artistas. Precisamente, ante esta situación lanzan dos preguntas, «¿Por qué no han venido al lugar a comprobar nuestras instalaciones de cuerdas?» y «¿Cómo se nos puede acusar de negligencia cuando, por el contrario, hemos cuidado el monumento?». Por último, la compañía Lézards Bleus concluye que «seguiremos tejiendo vínculos entre piedras y cuerpos, entre memoria y movimiento, entre arte y espectadores. Seguiremos bailando, haciendo cantar las paredes. ¡Y por qué no en Valladolid!«.