La Archidiócesis de Valladolid ha querido compartir algunas imágenes de los trabajos de limpieza y adecuación que se están realizando en las tallas de la Vera Cruz después de haber sido trasladadas de la iglesia a la Catedral a finales de la semana pasada tras el derrumbe de la cúpula. Así, la Catedral de Valladolid se ha convertido en un improvisado taller, en el que los técnicos de la Fundación de Las Edades del Hombre trabajan como si se tratara de un hospital de campaña. La estampa es inédita, en una misma sala conviven de manera temporal las nueve obras talladas en madera policromada por Gregorio Fernández, Andrés de Solanes y Pedro León Sedano. Estamos hablando de El Señor Atado a la Columna, Ecce Homo, la Virgen de los Dolores de la Vera Cruz o El Descendimiento, que son los pasos procesionales que fueron evacuados para no sufrir ningún daño durante las labores de desescombro de la Vera Cruz.
Tras una primera valoración que se hizo in situ en la Iglesia de la Vera Cruz, la Fundación de Las Edades del Hombre ha determinado que las sagradas imágenes que se han trasladado a la Catedral «no tienen impactos, ni grietas, ni levantamientos». Únicamente se han visto afectadas en su superficie por la polvareda que se levantó en el interior del templo vallisoletano a causa del colapso de la cúpula y linterna en la jornada del pasado martes 25 de junio. La directora de Restauración y Conservación de la Fundación, Consuelo Valverde, ha llevado a cabo una «documentación fotográfica exhaustiva» de todas estas piezas a las que está retirando el polvo «con paletinas de pelo suave y aspiradores», tanto de mano como eléctricos. Solo en aquellas que presentan una suciedad más adherida «se hará una limpieza con algún elemento más húmedo para retirarla».
Aunque «no ha caído agua sobre las obras», pese a las lluvias de los últimos días, explica que los técnicos también están controlando «cómo responden» las obras tras los tratamientos que se les están aplicando y las variaciones de humedad a las que se han visto sometidas. En cualquier caso su rápido desalojo de la Vera Cruz «ha favorecido que no haya más absorción de humedad en la madera y policromía de estas sagradas imágenes». Tras el hundimiento de la cúpula que coronaba la Iglesia de la Vera Cruz, la Archidiócesis de Valladolid puso a disposición de la Cofradía tres templos para el traslado de sus sagradas imágenes. La Catedral fue una de esas tres opciones que el deán, José Andrés Cabrerizo, acogió «con total naturalidad», más aún, teniendo en cuenta la situación de emergencia.
Asimismo, otras de las reliquias de la Vera Cruz como es el Lignum Crucis ya ha sido trasladado recientemente a la Iglesia Parroquial de San Miguel y San Julián, templo al que también se llevarán algunas piezas procesionales después de que finalicen las labores de limpieza. También esta iglesia acogerá la mayoría de las bodas previstas en la Vera Cruz para los próximos meses, según ha explicado el deán de la Catedral, porque corresponde a su jurisdicción a efecto de registro de las mismas.