El Centro Cultural Miguel Delibes vuelve a recuperar su rutina, después de 205 días convertido en un ‘vacunódromo’. El pasado 9 de marzo, este espacio cultural de la capital vallisoletana se transformó en una salvación ante la pandemia del coronavirus. Las vacunaciones aterrizaban y la respuesta fue masiva. Ahora, seis meses después, el centro Miguel Delibes ya se ha cerrado como punto fijo de vacunación cuando el 85% de los vallisoletanos han puesto su brazo para proteger y salvar vidas.
La situación lo requería, era urgente y el Centro Cultural Miguel Delibes tenía lo imprescindible y más, una ubicación estratégica, fácil acceso y una alta capacidad en sus instalaciones. La pandemia apretaba y las vacunas estaban listas, aunque para Atención Primaria supuso todo un reto técnico y humano. Algo nunca antes vivido. A pesar del miedo, la tensión y polémicas informaciones sobre la efectividad de las vacunas, la población dio un paso hacia adelante y comenzaron a aparecer largas colas para conseguir la esperada inmunidad.
Ahora los datos, lo confirman. La vacunación en Valladolid ha sido un éxito. El coronavirus ya va dejando un rastro muy débil en nuestros caminos y las ganas de vivir de vivir, disfrutar, reír y besar vuelven a nuestro día a día. El amplio equipo sanitario que ha trabajado sin descanso ha logrado alcanzar las 800.000 dosis administradas, más del 85% de la población. Concretamente, en un solo día se administraba 9.000 pinchazos.
Este camino lo hemos recorrido juntos, y si hemos llegado al final ha sido gracias a los profesionales sanitarios y todos los efectivos de Protección Civil que han conseguido establecer un dispositivo perfecto. El mismo presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, agradecía este esfuerzo en todas las provincias de la Comunidad, «Nuestro corazón está en deuda con todos vosotros». Por su parte, el delegado territorial de la Junta en Valladolid, Augusto Cobos, resalta la “impresionante labor” que han prestado todos los profesionales sanitarios y de enfermería con profesionalidad y rapidez.
Se cierra una etapa que a pesar de haber dado buenos resultados, esperamos que no tengamos que regresar. Un ciclo que comenzó con un aplauso y finaliza con otro aún más grande y sonoro. Seis meses después de las primeras vacunas, ahora la ciudadanía está recuperando el tiempo perdido.
