Y la Selección lo logro, a la final de la Euro 2024. Un derroche de épica, solidaridad, resistencia y deslumbrantes destellos de talento son los que España ha conseguido este martes 9 de julio para imponerse a la todopoderosa Francia. Los vigentes subcampeones del mundo han doblado la rodilla en Múnich frente a una Selección Española testaruda en su determinación por hacer historia en cada partido de la presente Eurocopa, tras imponerse por 2-1 gracias a cuatro minutos mágicos con los golazos de Lamine Yamal y Dani Olmo.
De inicio, Luis de la Fuente reinventaba el once obligado por las bajas dando entrada a Nacho, Dani Olmo y un Jesús Navas que ha debido vérselas con las incursiones de Mbappé. Tras un primer cabezazo de Fabián a los cinco minutos, el parisino de oro respondía poco después con su potente zancada por el costado zurdo y su finura en el centro hacia la cabeza de un Kolo Muani que no perdonaba. Francia se adelantaba pronto y la eliminatoria se le ponía perfecta en su diseño, con la potencia física de sus centrocampistas impidiendo las conexiones españolas en campo contrario. La Selección Española sufría, pero un adolescente que el próximo sábado cumplirá 17 años llegaba en su auxilio con un gol convertido en clásico instantáneo de la historia del fútbol.
Lamine Yamal recibía poco más allá de la media luna, se abría espacio ante Rabiot y a 25 metros exactos de la portería conectaba un zurdazo mortal de necesidad a 102 kilómetros por hora que hasta el poste derecho de Maignan se negaba a alejarlo de las mallas. Una diana inolvidable que dejaba aturdidos a Les Bleus ante una España que olía la sangre hasta hacerla brotar en la defensa gala con una maniobra de funambulista de Dani Olmo culminada con un certero derechazo que Koundé terminaba por introducir en su propia portería. Segundo gol y segunda remontada de la presente Eurocopa para una España proteica, capaz de cambiar de forma en cada fase del partido. La que llegaba tras la reanudación invitaba a defender con la pelota y la Selección rozaba el 60% en la posesión para desesperanza de los Tchouaméni, Mbappé o Dembélé, quien se topaba con un inconmensurable Unai Simón a la hora de partido.
Deschamps lo intentaría moviendo el banquillo, con Giroud y Griezmann, con buenas opciones en las botas de Mbappé y Théo Hernández, pero el destino se había teñido de rojigualda. Así, España alcanza su quinta final de la Eurocopa y el próximo domingo 14 de julio a partir de las 21.00 horas, ante Inglaterra o Países Bajos, los pupilos de Luis de la Fuente aspiran a conseguir, con un cuarto entorchado, lo que nadie antes logró. Con el pitido final, los jugadores de La Roja saltaron y vibraron a lo grande, con foto de familia incluida, para celebrar esta gesta ante Francia y ya soñar con la cuarta Eurocopa para seguir haciendo historia.