El Teatro Zorrilla ha acogido la gala de entrega de los Premios de Viticultura ‘El alma del vino’, un evento que ha reunido a cientos de viticultores, bodegueros y representantes del sector para reconocer el talento y la dedicación de los profesionales que hacen posible la excelencia de los vinos de la provincia. Estos premios tienen como objetivo reconocer la excelencia, la innovación y el trabajo de los profesionales del sector vitivinícola. La gala celebrada en la tarde de este miércoles 14 de mayo ha servido como cierre perfecto para una jornada que comenzó por la mañana en el Espacio La Granja de Valladolid, con una jornada técnica sobre viticultura organizada por la Diputación Provincial.
Este encuentro ha reunido a más de 200 profesionales del sector, incluyendo productores, técnicos y representantes de bodegas, para intercambiar conocimientos y fortalecer los lazos entre los distintos actores de la cadena de valor del vino. En su intervención, el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, ha destacado el papel fundamental de los viticultores en la identidad y economía de la provincia. En esta línea, el presidente provincial ha señalado que «vosotros sois el testimonio del vigor y la pasión que late en el corazón de nuestra tierra. Del trabajo de vuestras manos surge el sabor de nuestras vides. Su fruto es parte de la veneración que sentís por nuestros campos». «Esta gala es el fruto del esfuerzo constante en la viña y la sabiduría ancestral transmitida en las bodegas. Vosotros, con vuestro trabajo diario, dais vida a unos vinos que son orgullo de nuestra provincia y embajadores de nuestra calidad en el mundo entero», añadió Íscar, al tiempo que subrayó el carácter único de las cinco denominaciones de origen de Valladolid.
Por su parte, la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, ha destacado que «Valladolid es vino, Castilla y León es vino. Y el vino de Castilla y León es vino de calidad». Asimismo, la consejera de la Junta de Castilla y León ha recordado que estamos ante «un sector que genera empleo y riqueza, que supone más de 33.000 puestos de trabajo directos e indirectos y un volumen de negocio de mil millones de euros al año». Así, María González Corral ha concluido señalando que además «es un sector muy importante porque todos los trabajadores que hay por detrás es empleo que se genera en el medio rural y nos ayuda a fijar población en los 2.248 municipios de Castilla y León«. En cuanto a los reconocimientos por categorías, el Premio a la Trayectoria Profesional ‘El alma del vino’, el reconocimiento principal, ha recaído en los hermanos Jacinto e Ignacio Martín Obregón. Un galardón que pone en valor toda una trayectoria profesional dedicada a la viticultura. Innovadores e inversores, son representantes de una generación que ha vivido, y protagonizado, la evolución de la viticultura.
Por otro lado, el Premio Viticultor Joven ha ido a parar a María Martínez, tercera generación de una familia de viticultores de Pesquera de Duero. Este galardón reconoce a una viticultora que apuesta firmemente por el cultivo y que impulsa el futuro del sector en la provincia. María Pinacho ha sido galardonada con el Premio a la Viticultora del Año. Un reconocimiento a tres décadas de trabajo en el sector de la viticultura, a través de su trabajo como enóloga en la Bodegas Marqués de Velilla, en la D.O. Ribera del Duero, y en su proyecto personal, la bodega fundada junto a su marido Carlos González, Traslanzas Bodegas y Viñedos, perteneciente a la D.O. Cigales. Más de ’25 vendimias’ de trabajo han llevado a Eloy Álvarez a conquistar el Premio al Profesional Técnico. El jurado ha destacado del director técnico de Grupo Yllera su labor de asesoramiento, ayuda y apoyo al sector en sus labores técnicas de viticultura a lo largo de su trayectoria. El Premio Proyecto Sostenible fue entregado a la Bodega El Lagar de Moha, el proyecto creado por Alberto Moro y Ángeles Ortega. Comprometidos con la viticultura biodinámica, cultivan sus viñas sin el uso de químicos sintéticos, promoviendo el equilibrio natural del viñedo.
Alma de Carraovejas es el mejor ejemplo de innovación constante en el mundo del vino, como así reconoce el jurado que le ha otorgado el Premio Proyecto de Innovación. El proyecto encabezado por Pedro Ruiz apuesta por «poner más el foco en el viñedo y no tanto en la bodega», y es aquí donde la innovación y las nuevas tecnologías tienen un papel protagonista. El jurado de los Premios de Viticultura ‘El alma del vino’ de Valladolid ha fallado realizar una mención especial al viticultor de San Román de Hornija, Elías Mora, que este año cumple 101 años, «personifica la viticultura auténtica, aquella que nace de la tierra». Su vida ha estado dedicada al viñedo, convirtiéndose en el alma y origen de la Bodega Elías Mora. A lo largo de las décadas, ha mantenido un profundo respeto por la tierra y las prácticas tradicionales, transmitiendo su conocimiento de generación en generación.