La Casa Revilla de Valladolid acoge hasta el 26 de marzo la exposición ‘La lengua de los otros. Retratos castellanos de las culturas de ultramar’, producida por la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua con la colaboración del Museo de la Evolución Humana (MEH) de Burgos, programada con el Ayuntamiento de Valladolid en este equipamiento cultural. La muestra se acerca a la historia de aquellos aventureros y viajeros que fueron en busca de nuevos mundos y allí se encontraron con los hombres y mujeres que habitaban aquellas tierras desconocidas y sin explorar. Fascinados por esos nuevos horizontes que se abrían, dedicaron sus esfuerzos a observarlos y a documentarlos, quedando como referencias actuales de pueblos ya desaparecidos.
La exposición también se detiene en pensar en cómo el ser humano ha sido por naturaleza un descubridor. Recordar cómo fue esa conquista de América, iniciada en 1492 por el marinero genovés Cristóbal Colón, que requirió a los Reyes Católicos su apoyo para financiar su aventura buscando un corredor que permitiera el acceso al comercio de las especias -controlado por navegantes portugueses-, viajando en dirección a Occidente, es uno de los objetivos de este montaje en el que también se recuerda a aquellos otros ‘guerreros’ que, armados de papel y pluma, consiguieron dejar una descripción de la conquista y un relato de la sociedad que encontraron en estos viajes.
Los cronistas de las conquistas castellanas tuvieron un importante papel en el asentamiento de la nueva cultura peninsular en el continente americano. En muchos casos, se trataba de frailes que se encontraban en misión evangelizadora. La exposición recupera el Codex Florentino, conocido también como Laurentino previamente y la Historia general de las cosas de la Nueva España. Formado por doce volúmenes, se trata de un compendio fundamental en el estudio de las culturas prehispanas y está considerado uno de los primeros estudios etnográficos existentes. La obra de Fray Bernardino de Sahagún (1499-1590) representa una recopilación de todo el saber de las culturas americanas, fruto de la investigación a las poblaciones de Tlateolco. Texcoco de Mora y Tenochtitlan y de los informes de los estudiantes indígenas trilingües, formados por este mismo fraile en el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, con la finalidad de conocer cómo eran las culturas mesoamericanas; sus dioses, sus costumbres y sus gentes.
Otro título rescatado es el ‘Codex Boxer’ (Código Boxer), llamado así por su descubridor, Charles Ralph Boxer (1904-2000). Se trata de un manuscrito español escrito en torno a 1595 que contiene 270 páginas de texto en castellano con descripciones de los habitantes de las nuevas colonias y de sus costumbres. El manuscrito recopila narraciones de los viajes a la isla de Nueva Guinea y al norte de Australia. A estos textos, le acompañan 75 dibujos en color que muestran a indígenas de los territorios del Lejano Oriente como Filipinas, China o las Islas Marianas. No se conoce su autor, aunque la estética y la técnica de los diferentes dibujos indican que las ilustraciones pudieron ser realizadas posiblemente por un artista chino. En cuanto al responsable de su elaboración, se cree que fue mandado elaborar por Luis Pérez Das Mariñas y Sotomayor (1567-1603), gobernador de Filipinas entre 1593 y 1596. Este manuscrito se conserva en la actualidad en la Biblioteca Lilly de la Universidad de Indiana (Estados Unidos), donde fue cedido por Charles Boxer.
La muestra recupera también documentos de la Historia General de los hechos de los castellanos en las islas I tierra firme del Mar océano, cuyo autor es Antonio de Herrera y Tordesillas. Este texto, escrito entre 1494 y 1531, consta de cuatro volúmenes y la primera edición fue publicada por Juan Manuel Flamenco y Juan de la Cuesta en 1601. El primer volumen abarca desde el descubrimiento de América hasta la llegada de Hernán Cortés a México; el segundo relata la conquista de México y de la península de Yucatán; el tercero se centra en la conquista de Perú por Francisco Pizarro, y el cuarto en la conquista de Chile por Pedro de Valdivia hasta el final del reinado de Carlos V.
La exposición se complementa con una selección de más de 80 imágenes realizadas por el fotógrafo Pedro Saura, tomadas en los cinco viajes realizados entre 1983 y 1994 en las tierras altas de Papúa- Nueva Guinea con el objetivo de inmortalizar formas de vida tribales hoy desconocidas y desaparecidas. Se trata de un territorio geográfico extenso habitado por numerosas tribus que hablan multitud de idiomas, que establecieron el ‘pidgin’ como idioma común. La exposición se podrá ver de martes a domingos y festivos de 12.00 a 14.00 horas y de 18.30 a 21.30 horas.