«Se me hace muy extraño tener que escribir estas líneas siete años después de mi llegada a Pucela. En aquel momento nunca imaginé que el Real Valladolid se iba a convertir en un club tan especial para mí y para mi familia. Me siento muy agradecido por haber podido defender tantas veces esta camiseta, por haber podido representar a una entidad histórica y por haberla dejado donde se merece, en la máxima categoría del fútbol español». Así de emocionante comienza la carta de despedida de Jordi Masip a la que hasta este jueves era su afición. El Real Valladolid ha anunciado el adiós de su guardameta tras siete temporadas defendiendo la portería blanquivioleta, la cual a partir de ahora tendrá que buscar un nuevo guardián en Primera División.
«Desde mi llegada me inculcaron que el Pucela era especial y así lo he sentido. En todo momento, ya en condición de veterano y capitán, he tratado de transmitírselo a los nuevos compañeros y me voy satisfecho de haber cumplido con el lema que suena en uno de los himnos y que está grabado en el brazalete que he tenido el privilegio de lucir». Como refleja el lema, ‘Recíbeme con orgullo, devuélveme con honor’, para Masip ha sido «una frase que ha cobrado mucho sentido en esta última parte de temporada y que siempre ha guiado mis pasos dentro y fuera del terreno de juego desde mi llegada a Valladolid». «Aquí han crecido mis dos hijos, aquí me he sentido como en casa, aquí -dejando a un lado lo malo- he podido sentir la felicidad de tantísima gente en tres ascensos», sincera el ya exportero blanquivioleta.
A través de esta carta abierta a la hinchada pucelana, el portero catalán ha querido dar las «gracias» a la afición blanquivioleta y a todas las personas que día a día se desviven para hacer al Real Valladolid «aún más grande», tal y como se ha podido comprobar en esta temporada tan complicada en Segunda División, pero que afortunadamente acabó con un final feliz logrando el ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional. «Me he sentido parte importante del crecimiento institucional de este gran club que siempre llevaremos en el corazón», reconoce. Asimismo, el guardameta ha querido agradecer a los presidentes que ha tenido y a todos sus compañeros dentro y fuera del vestuario del José Zorrilla, «gracias a Carlos Suárez primero y a Ronaldo Nazário después por confiar a mí».
«Gracias a los directivos, gracias a los cuerpos técnicos y a todos los miembros del staff, una familia que vale oro y que he podido disfrutar cada día desde hace siete años. Gracias a todos y cada uno de mis compañeros durante estas temporadas. Ha sido un privilegio compartir el vestuario con vosotros», sostiene. La carta a corazón abierto de Jordi Masip finaliza con un claro sentimiento de amor hacia el Club vallisoletano ya que ha supuesto un «orgullo» y un «honor» defender estos colores al lado del resto de la plantilla. «Se despide un blanquivioleta más, siempre lo seré y siempre le desearé lo mejor al Real Valladolid», concluye.