La Semana Santa en Peñafiel tiene un significado profundo, tanto a nivel religioso como cultural y social. Para sus vecinos, representa «una mezcla de devoción, tradición, orgullo y sentimiento de un pueblo que se ha transmitido de generación en generación». La Junta de Cofradías de la Semana Santa de Peñafiel ya tiene todo preparado para de nuevo vestir de gala a la villa y sentir estos días de Pasión con fervor. La localidad de Peñafiel, cuna de la Ribera del Duero, siempre brilla de una manera especial dentro de la provincia de Valladolid. Sus viñedos, bodegas y su emblemático Castillo son sin duda potentes focos de atracción de turismo durante todo el año, pero ahora por Semana Santa, la villa vallisoletana aguarda un profundo ambiente enfocado a la belleza y particularidad de sus pasos y actos procesionales.
La Semana Santa de Peñafiel atrae a visitantes de toda España y hace que vecinos del pueblo que están fuera vuelvan por la Semana de Pasión. «Esto impulsa el comercio local, la hostelería y el turismo cultural. La Semana Santa pone a Peñafiel en el mapa como destino perfecto para estos días«, ha asegurado la presidenta de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Peñafiel, Marisol Herrero, quien nos atiende en pleno ajetreo de la preparación de los últimos detalles. Ya desde el Viernes de Dolores, Peñafiel tiene un ambiente especial y se notan los nervios y las ganas en todos y cada uno de los vecinos, tanto que el mensaje de la Semana Santa de este año es ‘El sentir de un pueblo cofrade’. Y a la vista está, ya que de los 5.100 habitantes que cuenta Peñafiel, más de 2.000 de ellos son cofrades. Además, existen tres cofradías, una hermandad y cada una con su banda de cornetas y tambores. Este sentimiento se siente también entre los más pequeños. Sin embargo, desde la Junta de Semana Santa trabajan por «involucrar a las nuevas generaciones en las celebraciones para asegurar así la continuidad y vitalidad de nuestra Semana Santa. Todo se hace para no perder ese relevo generacional, pero es verdad que cuesta un poco».
Pero, tanto pequeños, jóvenes como mayores de Peñafiel, saben que su Semana Santa es especial por «una combinación única de historia, tradición, simbolismo y participación popular que la distingue dentro de la provincia de Valladolid y de toda Castilla y León». Peñafiel no es solo un pueblo con historia, su entorno, con el emblemático Castillo, crea un ambiente solemne y escénico durante las procesiones. Las calles con su patrimonio hacen que cada paso adquiera una fuerza visual y emocional única. Y precisamente por eso, la Semana Santa de Peñafiel ostenta el merecido reconocimiento de Interés Turístico Regional. Son muchas las singularidades que se desprenden de la celebración, además de la reconocida celebración de la Bajada del Ángel, que se celebra el Domingo de Resurrección, y que se presenta ya como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Dianas floreadas, la Procesión de la Borriquilla, tallas del siglo XIV y una maravillosa Cruz Procesional, el Descendimiento o La Bajada del Ángel son los momentos más destacados, pero durante los días de Pasión hay más actos y procesiones, que aunque quizá no sean tan singulares para el visitante, sí que se sienten con mucha devoción y sentimiento.
Precisamente, una de esas señas de identidad, y quizá más desconocida, es la procesión del Domingo de Ramos, donde la peculiaridad es la salida de La Borriquilla, pero no en paso procesional, sino un burro real sobre el que va subido un pequeño ángel. Y aunque se desconoce históricamente la implantación de esta representación, se puede pensar debido a la sencillez de su puesta en escena que pudiera representarse desde la época barroca de continuo. Cada año la población, según detalla Marisol Herrero en declaraciones a Valladolid Plural, «recuerda a los ancianos de Peñafiel vestirse de hebreos y acompañar a la borriquilla. El acto central es la borriquilla acompañándose de niños portando palmas, simulando la entrada de Jesús en Jerusalén«. Este momento transmite emoción y simpatía, sobre todo en los más pequeños. A diferencia de otras localidades vallisoletanas y de la región, el pregón de la Semana Santa de Peñafiel tiene lugar el Domingo de Ramos, que se prepara desde hace años, por riguroso orden, por parte de una de las cofradías. Y también es la hermandad encargada de buscar entre sus cofrades a la pregonera, también buscan al niño o niña de La Bajada del Ángel, que este año será Noa Peña, de la Hermandad del Santo Cristo de la Buena Muerte.
Precisamente, la gran novedad de este año además vendrá con el pregón, ya que la cofrade Carla García Arroba, ofrecerá el pregón de este año a caballo, que desde hace unos años dejó de hacerse en Peñafiel, y este 2025 se recuperará para el disfrute de todos los peñafielenses y visitantes. Otro de los momentos más intensos y conmovedores, por no decir el que más, es el Viernes Santo con el Descendimiento de la Cruz. Este acto, que representa el momento en que el cuerpo de Jesús es bajado de la cruz tras su crucifixión, despierta una profunda carga de sentimientos, dolor y compasión hacia una madre, respeto y recogimiento, devoción y entrega. «Quienes lo viven con Fe pueden sentir una paz interna, sabiendo que tras el sufrimiento llega la esperanza«, ha afirmado la presidenta de la Junta de Cofradías de Peñafiel, Marisol Herrero. También, aunque la Semana Santa es una tradición con mucho arraigo, sí que se han ido introduciendo nuevos actos, procesiones e incluso tallas en algunos municipios de la provincia de Valladolid. En el caso de la localidad de Peñafiel, la procesión del Sábado Santo se trata de una reciente incorporación a la Semana Santa, en la que procesiona la Virgen de la Esperanza. Sin duda, fue «todo un logro» de la Cofradía de La Pasión.
«Esta Cofradía con el objetivo de dar mayor relevancia al papel de la Virgen María en los días de Pasión adquirió la imagen en el año 2022, obra del escultor e imaginero Jesús Richarte. La Virgen de la Esperanza simboliza la Fe y la Esperanza en la Resurrección, y su presencia ayuda a reflejar el ambiente de espera y recogimiento que representa el Sábado Santo«, nos explica Marisol Herrero. Además, esta procesión responde «al deseo de enriquecer y ampliar las celebraciones religiosas en el municipio, promoviendo una mayor participación de los fieles», ha expresado. Peñafiel se prepara para vivir de lleno una de las citas más emocionantes y significativas de la villa, y aunque ya conocías que la Bajada del Ángel es su mayor valor durante la Semana de Pasión, ahora ya conoces otras singularidades que también son dignas de conocer en esta localidad de la Ribera del Duero.