Los ciudadanos de la Comunidad han logrado que el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León (CHEMCYL) termine 2024 con un balance anual de 108.827 donaciones. Esta cifra es muy similar a las 108.640 donaciones obtenidas el año previo. Desglosadas estas cantidades, las donaciones de sangre han sido 97.926 -un 0,15% menos que en 2023, año en el que se alcanzaron las 98.072-, 8.355 plasmaféresis -8.240 el ejercicio previo, un 1,40% más-; y 2.546 aféresis de plaquetas -2.328 el ejercicio anterior, aumento de 9,36%-.
Y la cantidad total de donaciones que asciende a 108.827 se distribuye, a su vez en Ávila con 5.545 un 2,16% más; Burgos, 22.146 un 3,13% más; León, 11.351 donaciones con un descenso del 6,39%; El Bierzo, 4.599 con un -6,33%; Palencia, 6.455 con un ligero descenso del 0,15%; Salamanca alcanza las 12.404 donaciones con un -2,93%; Segovia, 7.059 con un 9,19% más que en 2023; Soria, 4.684 con un -2,27%; Valladolid registra las 29.709 donaciones que se traduce en un 2,06% más; y Zamora, 4.875 con -4,26%. Además, hay que señalar que las provincias de Ávila, Burgos, Segovia y Valladolid han visto incrementarse sus datos de donaciones de sangre en 2024. A este respecto, las cifras provinciales son Ávila, 5.109; Burgos, 19.566; León, 10.399; El Bierzo, 4.245; Palencia, 5.925; Salamanca, 11.519; Segovia, 6.565; Soria, 4.188; Valladolid, 26.005 con 1,88% más; y Zamora, 4.405.
Asimismo, la actividad en aféresis de plasma se provincializa en Ávila, 436; Burgos, 1.236; León, 952; El Bierzo, 354; Palencia, 530; Salamanca, 885; Segovia, 494; Soria, 496; Valladolid, 2.502 con un 5,70% más; y Zamora, 470. Por último, las donaciones de aféresis de plaquetas se han llevado a cabo en Burgos y en Valladolid. En la provincia burgalesa se han alcanzado las 1.344 en 2024, frente a las 1.112 del ejercicio previo, un 20,86% más; mientras que en la provincia de Valladolid se ha llegado a una cifra de 1.202, 1.216 en 2023 con un 1,15% menos. Gracias a la solidaridad de los ciudadanos castellanos y leoneses, el CHEMCYL puede realizar cada año, con todas las garantías de seguridad y calidad, su labor de coordinación y distribución de derivados de la sangre para atender las necesidades diarias de los hospitales de Castilla y León.
Como se sabe, la sangre donada se somete a un complejo proceso de separación en tres componentes principales -el denominado fraccionamiento-, que son los glóbulos rojos, las plaquetas y el plasma, pues cada uno tiene unas características concretas y sirve para tratar distintos tipos de enfermedades. En Castilla y León se precisan entorno a unas 450 donaciones diarias para asegurar las necesidades asistenciales habituales en los hospitales de la Comunidad; una actividad que se mantiene todos y cada uno de los días del año y que por tanto, requiere de la solidaridad continua de los donantes. Contar con ese altruismo ciudadano continuo, también en los períodos vacacionales, asegura la disponibilidad de los derivados sanguíneos imprescindibles para la actividad sanitaria ya que donar salva vidas.