Como era de esperar y sin sorpresas. El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha presentado oficialmente este viernes su dimisión en el Ejecutivo autonómico tras la ruptura de Vox en los pactos de las comunidades autónomas donde gobiernan junto al PP. Según ha señalado García-Gallardo en su comparecencia, su dimisión se debe a una decisión que «no ha sido fácil, pero no por ello poco meditada», ya que tal y como ha defendido lleva «reflexionando en los últimos días». El líder de Vox, Santiago Abascal, comunicó ayer tras la celebración del Comité Ejecutivo Nacional de su partido, la ruptura de todos los pactos autonómicos que mantenían con el Partido Popular, entre ellos el Castilla y León, que conllevaría la salida de la formación de los gobiernos autonómicos y la dimisión de los vicepresidentes para pasar a la oposición.
Y así ha sido en la Junta, el vicepresidente Juan García-Gallardo ha entregado, según ha explicado, su carta de dimisión esta mañana «en mano» al presidente Alfonso Fernández Mañueco, citando también una despedida entre ambos. Asimismo, García-Gallardo ha comunicado que pasará a ejercer de portavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León, dentro de los grupos de la oposición. Durante su última intervención, el vicepresidente ha repasado las razones por las que Vox y en primer persona él han decidido salir de los gobiernos autonómicos, como el de Castilla y León. En primer lugar por la acogida de menores migrantes no acompañados, ya que a su juicio, fue «la gota que colmó el vaso» con el incumplimiento de uno de los puntos clave del pacto entre Vox y PP, en relación a «garantizar la inmigración ordenada y combatir la ilegal».
García-Gallardo considera que con el voto a favor del PP en Castilla y León a la acogida de 21 migrantes no se está frenando «el efecto llamada» y apunta que «no quiere que Castilla y León se convierta en Francia». Asimismo, el ya exvicepresidente autonómico también se refirió a otros «incumplimientos» por parte del Partido Popular como el plan antiaborto, pero ha insistido que «el deber que nos habíamos impuesto de combatir la inmigración ilegal». «Veníamos insistiendo en la idea de que no queremos que Castilla y León se convierta en Francia«, expresó Juan García-Gallardo, quien apuntó también que el deseo de su partido es que no existan «barrios humildes en los que la convivencia se ha degradado fruto de una política de fronteras abiertas que es un suicidio demográfico», como ya ha ocurrido en otros países europeos. «En Castilla y León no estamos condenados a padecer una inmigración ilegal, a la islamización«, sentenció.
Sin embargo, a pesar de los reproches, el ya exvicepresidente también quiso destacar los asuntos positivos del Gobierno de coalición entre Vox y PP «sacando adelante políticas para Castilla y León con mucho esfuerzo, con diálogo, con negociación», a pesar también «de haber muchas dificultades». De esta manera, Juan García-Gallardo abandona el Gobierno de Castilla y León, mientras que los hasta consejeros de Empleo y Agricultura, Mariano Veganzones y Gerardo Dueñas, han sido cesados por Mañueco, aunque el otro consejero de la formación de Abascal, el titular de Cultura, Turismo y Deportes, Gonzalo Santoja, continúa en el Ejecutivo autonómico con la misma cartera. Además, Veganzones y Dueñas no solo han salido este viernes del Gobierno de Castilla y León, sino que han abandonado la formación política de Vox presentado su baja.