La Consejería de Educación ha detectado e intervenido en 64 casos de acoso confirmado durante el pasado curso 2021-2022, lo que supone un 0’03% del alumnado, en Castilla y León. Los informes muestran, además, que los casos de ciberacoso fueron 75 en toda la Comunidad, es decir, un 0’04% de los alumnos, nueve más que en el curso anterior, debido al incremento en la utilización de las nuevas tecnologías para el aprendizaje a edades más tempranas y a los que se debe prestar especial atención. En este sentido, desde Educación afirman que se seguirá trabajando en la elaboración de estrategias proactivas que incrementen las actuaciones para el buen uso de las TIC y de las redes sociales.
Precisamente, la Consejería de Educación ha presentado esta mañana los datos de convivencia escolar de los cursos 2020-2021 y 2021-2022 a la Sección de Convivencia Escolar del Observatorio de la Comunidad. Durante la presentación, se han destacado las actuaciones que ya llevan a cabo los centros educativos para mejorar la convivencia. Cada curso, la comunidad educativa está más concienciada de la necesidad de intervenir de forma inmediata ante cualquier comportamiento contrario a las normas de convivencia. Esta rápida intervención ha supuesto que se incrementen los procesos de mediación que han pasado de 1.886 en el curso 2020-2021 a 1.947 en 2021-2022, y los procesos reeducativos de 1.257 a 1.375 en los dos últimos cursos.
La Consejería de Educación sigue poniendo en marcha medidas y recursos para mejorar la convivencia en los centros. Así, se amplía el programa de atención psicológica al alumnado y la herramienta ‘Socioescuela’, que se ofrece a todos los centros escolares de Castilla y León. Este programa permite obtener información precisa sobre las relaciones entre el alumnado y detectar situaciones conflictivas y dinámicas sociales negativas en acoso, aislamiento, liderazgos negativos. Una rápida detección de estas situaciones facilita la posibilidad de la aplicación temprana de pautas para su prevención y tratamiento. Como novedad, este programa contará con nuevos formularios para detectar problemas frecuentes entre el alumnado adolescente, como dificultades emocionales, autoestima, perfeccionismo o relación perjudicial con las TIC. Esta prueba se ha desarrollado ya en algunos centros donde ha sido muy bien acogida.
Se refuerzan, además, las actuaciones de formación en educación emocional y convivencia escolar dirigidas a profesorado, alumnos y familias. Esta formación resulta imprescindible para seguir sensibilizando a la sociedad y que los centros, los padres y los propios alumnos sean capaces de identificar cualquier incidencia relacionada con la convivencia de forma temprana, para poder seguir siendo eficaces con los procesos de mediación. Del mismo modo, los coordinadores de convivencia seguirán contado con formación personalizada y adaptada a sus nuevas funciones. El departamento que dirige Rocío Lucas realiza una apuesta decidida por la educación emocional del alumnado como trabajar la empatía, la asertividad o la creatividad son aprendizajes necesarios para la resolución y prevención de los conflictos.