Difícil cita para el Balonmano Atlético Valladolid ante un necesitado Bada Huesca que cerraba la igualada parte baja de la clasificación de la Liga Plenitude, pero que fue un rival temible que superó en intensidad y deseo a los pucelanos que vieron frenado su buen momento de forma. No le sientan bien a los gladiadores azules los parones demasiado largos y además su defensa no estuvo a la altura de lo que ha sido habitual esta campaña. El equipo de Pisonero no ha podido refrendar fuera de casa su gran curso en Huerta del Rey, donde sigue invicto, y las derrotas en Aranda y esta de Huesca le frenan para luchar por estar en la zona más alta de la Liga Plenitude.
A partir de ahora, nueva semana sin competición por ventana de selecciones y reseteo para afrontar la importante parte final de la presente campaña a partir de mitad de mayo ante tres rivales hasta ahora directos ante Bidasoa, Ademar y Torrelavega, dos de ellos en casa. En el inicio y de la mano de Miguel Malo, el Bada Huesca trató de llevar la iniciativa, jugando con velocidad o metiendo balones al pivote Parera. El Balonmano Atlético Valladolid saltó a pista con Juan Bar en portería y con Karapalevski al mando, que intentaba surtir de balones al pivote Álvaro Martínez o insistiendo para que percutiera Oliveira. Así, la primera iniciativa corrió a cargo de los gladiadores azules. La buena noticia fue la reaparición de Alejandro Pisonero tras perderse los cuatro últimos partidos por lesión. Pero el Bada Huesca no quiso ceder tan pronto, su buena defensa les daba solidez y el marcador se movía en guarismos bajos. Un parcial de 4-1 oscense, con goles del extremo Carlos Pérez les puso 3 por delante, sobrepasado el ecuador de la primera mitad.
El Atlético Valladolid era frenado por el 6:0 local y en el guardameta húngaro Desci, y los de Nolasco aprovechaban la potencia de su primera línea con el zurdo Borragán y el central Suárez para poner la máxima renta favorable con el 15-9 al minuto 25, que se mantenía al intermedio con un gol de Malo desde 10 metros sobre la bocina. El Balonmano Atlético Valladolid sabía que tenía que poner una marcha más al encuentro y a base de pundonor redujo algo la diferencia al regreso del intermedio para ponerse a 4 tantos. Pero parecía que no era el día. Bada Huesca jugaba un balonmano de alto nivel y aprovechaba las imprecisiones pucelanas. El cambio en portería con la salida de César Pérez, héroe ante el Barça, no resolvió la papeleta. El técnico David Pisonero puso en pista una defensa abierta al hombre para tratar de intimidar al ataque oscense, pero ni por esas. Además en la ofensiva, los pucelanos se estrellaban en Desci y en ataque seguían sufriendo las acometidas de Borragán, Malo y Suárez que disparaban la anotación aragonesa.
La diferencia local entonces se fue a los 7 goles y ni la presencia de Pedro Martínez reforzando el centro de la defensa con Ribeiro y Gedo fue suficiente. Así, el Bada Huesca siguió dominando y no le inquietaron algunas paradas del capitán César Pérez. En pleno recital, Malo y Cordiés elevaron la renta oscense hasta la máxima de la noche, con el 33-24 a escasos minutos para la conclusión. Ya no había nada que hacer, no fue el día de los gladiadores azules y el Bada Huesca se llevó este compromiso por 35-26 y dos puntos de oro en su lucha por eludir el descenso, en uno de sus mejores partidos de toda la temporada.