España ya calienta motores en la última prueba antes del Mundial con victoria ante Jordania

España despertó la locura en Amán, tan entregada su gente que ya se empezaron a poblar las gradas del Estadio Internacional más de tres horas antes de que empezara a rodar el balón. Jordania, poco acostumbrada a estas fiestas de postín, vivía un acontecimiento histórico y la afición local se lo tomó como tal, incesantes los gritos de principio a fin. Un sensacional espectáculo de luces y música, con los decibelios disparados, amenizó la previa, buen aperitivo antes de un partido para recordar en el que la Selección se impuso 1-3 y llenó su maleta de optimismo para el Mundial de Catar. Soñar está permitido.

Fue una buena prueba para España, cumplidos los objetivos que anunció Luis Enrique en la víspera. Hubo, gracias a los once cambios permitidos, un generoso reparto de minutos entre los internacionales y sirvió la cita para que el técnico hiciera probaturas como la de ubicar a Laporte en el lateral izquierdo. El equipo, eso sí, mantuvo siempre la misma idea sin importar quién estuviera sobre el césped, eso no se negocia jamás.

La pelota fue de la Selección y a partir de ahí fue cocinando su victoria. A los nueve minutos, Sarabia avisaba con un disparo desde fuera del área bien defendido por el portero jordano y cuatro minutos después, en el 13, llegó el primer zarpazo del combinado nacional. Ansu Fati, después de un pase de Asensio, cruzaba el balón con la derecha para abrir el marcador y celebrar su reencuentro con el gol vestido de rojo. El atacante sigue manteniendo una estupenda relación con la red, eso es innegable.

La selección, salvo una notable intervención de Robert Sánchez después de un intento de Al Naimat, tuvo la situación muy controlada y merodeó siempre por la zona de peligro. Lo probó Sarabia con un lanzamiento que se fue alto, Ansu rozó el segundo más de una vez, primero desde la frontal y luego en un intento que despejó un defensa cuando ya cantaba gol, Asensio puso a prueba al guardameta Al Fakhori, y otra vez Sarabia estuvo cerca. España jugaba con alegría y se gustaba en la fresca noche de Amán, pero se fue al descanso con una renta mínima y escasa si se atiende a los méritos y a su juego.

En la reanudación, y después de un intermedio con espectáculo con baile flamenco incluido, Luis Enrique rotó pensando en acumular kilómetros. Jordania salió de la caseta enérgica y obligó a trabajar a David Raya, quien dio relevo a Robert Sánchez, pero pronto volvió a hacerse España con el control.

A los 56 minutos, y después de una buena jugada que inició Carlos Soler por la banda derecha, llegó el segundo tanto de la Selección. Quedó el balón suelto en el área y lo pescó Gavi, quien rubricaba su gran partido con un el gol que daba tranquilidad al combinado nacional. Movió el árbol el seleccionador y dio entrada a cuatro hombres de refresco del tirón. España seguía a lo suyo y Ferran, en una contra muy bien llevada por Ansu, pudo hacer el tercero. La fiesta la rubricó, ya en el tramo final, Nico Williams con un un potente zurdazo.

El encuentro se consumió manteniendo la misma tónica y la Selección cumplió con lo esperado, si bien, con el tiempo ya cumplido, recibió un tanto de Al Dardour que premió la entrega de la voluntariosa Jordania. Se ganó, se probaron cosas, no hubo que lamentar lesiones y ya solo queda pensar en el Mundial y alimentar la ilusión de la segunda estrella. Por intentarlo no será.