El alcalde de Soria, Carlos Martínez, ha dado a conocer en la mañana de este miércoles 8 de enero, tal y como estaba previsto, la presentación de su precandidatura para la Secretaría General del PSOE de Castilla y León. El soriano ha oficializado de esta forma su decisión de querer liderar el Grupo Socialista a nivel autonómico tras el adiós de Luis Tudanca, que puso ayer fin a sus más de diez años al frente de la formación. Precisamente, en la jornada de este martes, el hasta ahora secretario general del PSOE de Castilla y León indicaba que era necesario dar un «volantazo» para «evitar un choque» que debilitara al partido, en vistas a las nuevas caras que querían llegar al liderazgo.
Aunque Martínez Mínguez no lo ha descartado de forma expresa, sí que ha dejado ver que será el único candidato de unas primarias en las que no se votará y en las que previsiblemente saldrá elegido como nuevo líder de los socialistas en nuestra Comunidad. Asimismo, el regidor soriano ha negado que sea el candidato de Ferraz, ya que ha señalado que «no soy ni pedrista ni sanchista, soy socialista». Carlos Martínez ha calificado su futuro político, en el ámbito regional como un «reto», aunque «pensando en las necesidades de la Comunidad y de su partido». «Se requiere un cambio de rumbo, un revulsivo y un rearme ideológico cimentado sobre la solidez de nuestros valores, principios y convicciones«, ha añadido el socialista soriano durante la rueda de prensa celebrada este miércoles.
En este sentido, Carlos Martínez ha asegurado que «este paso al frente proporcionará mayor unidad y solidez» al PSOE y se ha comprometido a consensuar un «modelo de partido y armar un equipo capaz de coordinar el nuevo tiempo para dar nuevas respuestas a problemas que esta tierra arrastra durante mucho tiempo». Además ha confesado que de ser finalmente el nuevo secretario general del PSOE en Castilla y León que tendrá una tarea «nada sencilla» como es apartar al Partido Popular de la Junta de Castilla y León. Para esto, Martínez es consciente de que el PSOE requiere un «proyecto político en el que la palanca de lo local tenga voz propia y protagonismo para conseguir ilusionar».
