El silencio del asesino de Paloma e India después de cuatro días del doble crimen en el Paseo Zorrilla

Cuatro días después del atroz y brutal doble asesinato machista del Paseo Zorrilla, el presunto autor David M.L. se enfrentaba hoy a su primera declaración por los hechos ocurridos en la madrugada del pasado lunes 23 de enero. El detenido por los crímenes de Paloma e India ha permanecido ingresado en el Clínico de Valladolid después de ser operado de sus autolesiones por arma blanca, y tras recuperarse en planta ha pasado a disposición judicial. La Policía Nacional trasladaba al presunto asesino a los juzgados de Valladolid para prestar declaración ante el juez de Violencia de Género, y allí le esperaban con el alma rota y la rabia contenida los familiares de sus víctimas, madre e hija de 45 y 8 años.

Los familiares no pudieron contener su dolor y su desesperación por el doble crimen machista de David Maroto, y solo querían enfrentarse al verdugo que les había arrebatado a Paloma e India a sangre fría. La familia, incluido el padre de la pequeña India, gritaban y golpeaban el furgón policial donde se encontraba el presunto asesino manifestando «¡Es el asesino de mi hija! ¡Es el asesino de mi hija!» a su llegada de los juzgados. Incluso a su salida después de que el juez ordenara prisión provisional, comunicada y sin fianza, los seres queridos de ambas mujeres corrieron tras el vehículo de la Guardia Civil que trasladaba ya al acusado del doble homicidio doloroso a la cárcel de Villanubla. Impotencia, desesperación o desgarro eran los sentimientos de las familias de Paloma e India que se encontraban a escasos metros de su mayor enemigo y pesadilla, David M.L.

El silencio del presunto autor ha sido su única defensa ante el juez de Violencia de Género, que no ha dudado de sus acciones y actos en el doble asesinato a título de «autor», tal y como lo ha reflejado en su auto. David Maroto se ha acogido a su derecho de no declarar, y tras cuatro días de las muertes violentas de Paloma e India, el presunto asesino no ha pronunciado ni una mísera palabra ni siquiera en el momento de la detención. «He matado a Paloma» fueron solo las últimas y trágicas palabras que su cuñado escuchó de él, una confesión que permitió descubrir a las víctimas en la vivienda del Paseo Zorrilla 66. A lado de la que fuera su novia, ya asesinada, se encontraba David con heridas de arma blanca ocasionadas por él mismo en un intento de quitarse la vida, mientras la niña se hallaba en el sofá del salón también sin vida.

Nadie conoce los pensamientos de David Maroto, y tras aceptar una abogada de oficio, la letrada ha manifestado que el presunto autor del doble asesinato machista solo ha reconocido que «no recuerda lo sucedido». El hombre de 44 años y natural de Tudela de Duero, ha quedado solo y sin refugio después de que la sociedad le haya dado la espalda e incluso su propia familia, como se desprendió del comunicado emitido. David M.L. ingresará en prisión acusado de dos delitos de homicidio doloso, y a lo largo de la instrucción se determinará si finalmente se le imputan dos delitos de asesinato.

Oficialmente, poco se sabe de lo que ocurrió aquella madrugada en el quinto piso del número 66 del Paseo Zorrilla, más allá de la localización de dos cuchillos con restos de sangre y las heridas de arma blanca en los cuerpos sin vida de madre e hija. Hoy, el juez Emilio Vega ha desvelado más detalles sobre el homicidio por la «especial brutalidad» de las agresiones a las víctimas, este atenuante y el riesgo de fuga podrían ser los requisitos legales para aplicar la pena de prisión permanente revisable a David Maroto Lentijo.