Con la cicatriz de la pasada temporada y el bálsamo reparador de comprobar que por encima de todo está el amor por el Real Valladolid, regresa la competición al José Zorrilla. El Pucela pone el contador a cero con las ilusiones renovadas para recibir en la noche de este viernes ante el Ceuta con la intención de comenzar con buen pie la siempre larga y complicada andadura por la categoría de plata. Atrás queda un verano de importantes cambios, tanto en la propiedad, en la dirección deportiva, en el banquillo como en el vestuario, pero eso sí, la afición blanquivioleta no se baja del barco con la esperanza de tomar tierra de nuevo en Primera.
El nuevo Pucela ha realizado una pretemporada intensa y exigente de la mano del nuevo míster Guillermo Almada que quiere trasladar a Europa su gen ganador, con una apuesta por la intensidad, la presión sin balón y la velocidad, un planteamiento similar a lo que ofrecía aquel Real Valladolid de José Luis Mendilibar. Todo cambio, y más si son estructurales y de calado, requieren de tiempo. Pero bien es cierto que la Segunda División no espera a nadie y las modificaciones se implementan mejor con victorias. Por eso, el Real Valladolid es consciente de lo importantes que son los tres puntos ante unos ceutíes recién ascendidos a la categoría de plata, con una dinámica muy positiva y con mucha confianza. Hace 60 años que ambos clubes no se ven las caras, aunque de alguna manera Ceuta y Real Valladolid han estado ligados históricamente, y el duelo de esta noche servirá para que el Pucela abra el curso ante un rival contra el que los precedentes son positivos. Aquellos enfrentamientos de las campañas 1964/65 y 1965/66 se disputaron en el Viejo Zorrilla, donde el conjunto blanquivioleta se impuso en ambos duelos correspondientes a la categoría de plata.
En la primera, con el húngaro Jenö Kálmár en el banquillo, venció por 3-0 en un partido que se decidió en la segunda mitad. José Martínez, Plácido Bilbao y José Ramón Fuertes fueron los autores de los goles. Mientras, en el curso siguiente el triunfo fue todavía más holgado. Aquel Pucela, entrenado por Ramallets, allanó el camino en la primera parte con las dianas del recientemente fallecido José Antonio Tejedor y José María Alonso. Tras el descanso, Pedro Marañón y Antonio Monés dejaron su sello con el definitivo 4-0. También existe un precedente en Copa del Rey, en el que el conjunto caballa corrió mejor suerte. Y es que hizo valer el 2-1 de la ida con el 0-0 de Valladolid para que la escuadra pucelana cayera en la ronda previa de la temporada 1966/67. Un antecedente, disputado hace 59 campañas, que fue el último. El Real Valladolid tuvo como rival en todos estos encuentros a una entidad que por aquel entonces se denominaba Club Atlético de Ceuta, que surgió de la fusión del Club Atlético de Tetuán y de la SD Ceuta en 1956. Años después pasó a llamarse Asociación Deportiva Atlético de Ceuta, hasta que finalmente se quedó con el nombre actual de Agrupación Deportiva Ceuta Fútbol Club.
En la previa del encuentro, Almada aseguró que el Ceuta es un «rival durísimo» y que en su plantilla cuenta con jugadores con «mucha experiencia y muy buenas condiciones». «Tienen jugadores de muy buena técnica sobre todo de la mitad para arriba», aseguraba el uruguayo este pasado miércoles en rueda de prensa, al tiempo que se mostraba satisfecho de que para el partido de hoy «vamos a tener el apoyo de nuestra afición que nos va a impulsar, esforzarnos al máximo y cualquier deficiencia que tengamos hay que disimularla con ganas, trabajo y fútbol». La primera lista de convocados de Guillermo Almada en partido oficial la conforman Aceves, Guilherme, Trilli, Guille Bueno, Torres, Nikitscher, Sylla, Meseguer, Latasa, Marcos André, Amath, Alani, Alejo, Tomeo, Maroto, Biuk, Jorge Delgado, Chuki, Juric, Garriel, Xavi Moreno, Koke y Aranda. El encuentro comenzará a las 21.30 horas y será dirigido por el colegiado Sergiu Claudiu Muresan del Colegio Valenciano, auxiliado en el VAR por Iván Caparrós.