El Real Valladolid Baloncesto despide el 2024 con derrota en el derbi ante Palencia

El Real Valladolid Baloncesto ha despedido el año 2024 con derrota después de ceder en su visita al Súper Agropal Palencia después de un derbi duro y marcado por la ventaja que cogieron los locales en los primeros compases del partido. Los blanquivioletas llegaron a ir 18 abajo en el segundo cuarto, pero volvieron tras un soberbio segundo y aguantaron a remolque de los locales. Si bien los palentinos llevaron el mando durante todo el partido, los de Lolo Encinas trabajaron y compitieron, aunque no fue suficiente para igualar el ritmo ni para luchar por la victoria en los últimos minutos del choque regional. De menos a más en el partido, al RVB le costó encontró sus primeros puntos y transcurrieron dos minutos y medio hasta que Mike Torres abrió la lata con un triple.

Antes el Palencia pudo correr para iniciar el derbi con un 6-0 de parcial que le otorgó el mando, y ya no lo soltó durante todo el encuentro. El nivel físico y de contactos que propusieron los palentinos superó al Pucela de entrada, incómodo en cada ataque y demasiado errático en los tiros, y fruto de ello fueron esos solo tres puntos en casi seis minutos de juego con el 11-3. Lolo Encinas lo paró con un tiempo muerto para reajustar el plan y los vallisoletanos mejoraron de manera inmediata. Los puntos de Vucetic y Manchón acercaron a los foráneos de nuevo, con técnica incluida contra el preparador Luis Guil, pero los palentinos mantuvieron siempre un punto físico más alto. Un parcial de 13-1 de los morados, de hecho, bajó el telón de un primer cuarto con claro dominio local (24-10). Tremendamente incómodos con ese listón físico que planteaban los locales, los pucelanos tampoco estuvieron acertados de la línea de personal, donde firmaron un mejorable 2/5. Las cosas no mejoraron mucho en el segundo cuarto, el cual comenzó tras varios minutos de parón por problemas técnicos en la mesa. Súper Agropal Palencia se fue hasta los +18, la máxima hasta el momento, aun entrando pronto en bonus.

A partir de ahí mejoró el Pucela Basket, cambiando las piezas interiores, buscando más el aro y tratando de encontrar los puntos en el tiro libre ante la dificultad de hacerlo con canastas en juego. En ese tramo emergió la figura de Shemar Wilson, resolutivo cerca del aro y acercando a los vallisoletanos poiendo el 30-18 con varias acciones positivas pisando la pintura. Lo paró Luis Guil, pero los blanquivioleta ya estaban agarrados al partido, y con dureza y carácter revirtieron la inercia. Los de Lolo Encinas apretaron todavía más en defensa y llegaron al descanso a tiro de Súper Agropal Palencia tras cerrar la primera parte con un triple de Demers sobre la bocina (38-35). Tras el paso por vestuarios, los morados volvieron con más acierto, recuperando la fluidez del primer cuarto y dieron un ligero estirón (47-40). El RVB sufrió para contener a Vaulet, diferencial en la pintura, y el rebote en general, con un Súper Agropal Palencia cargando la zona con centímetros y kilos. Pero aún así las ardillas demostraron carácter para seguir aferrados al partido, a remolque y esperando su momento con una desventaja cercana a los diez puntos.

Con más ímpetu y puntería, los de Luis Guil se escaparon de nuevo hasta el +15 (60-45), imponiendo su superioridad cerca del aro con un gran Lucas N’Guessan, viejo conocido del Pisuerga, y encontrando triples desde el perímetro. Si bien el Real Valladolid Baloncesto se atascó por momentos, los de Lolo Encinas resistieron como pudieron y encararon los últimos diez minutos todavía con opciones de competir la victoria con el 64-54 en el luminoso. Pero tristemente hasta ahí. El cuadro morado no bajó el pie del acelerador y siguió con un nivel muy alto de acierto, encontrando siempre soluciones para mantener a raya al Pucela Basket. Los de Lolo Encinas no capitularon y lo intentaron de todas las maneras posible, pero en la segunda parte no encontraron los puntos necesarios para seguir la estela de los palentinos. El Súper Agropal Palencia impuso su ritmo y defendió ese colchón de 15 tantos hasta llegar a los últimos cinco minutos de partido con el crono jugando de su lado.

Y no hubo opción de pelear por el triunfo. Los de Luis Guil hicieron bueno el botín conseguido anteriormente y cortaron en seco cualquier atisbo de reacción blanquivioleta. No bajaron los brazos los visitantes, pero tampoco tuvieron nivel físico ni acierto para poder optar a la victoria, hasta que el reloj llegó a cero y concluyó el derbi regional con victoria local por 90-75. El Real Valladolid Baloncesto, tras cerrar el año en Palencia, no volverá a jugar hasta 2025 y lo abrirá el sábado 4 de enero a las 19.00 horas en Pisuerga ante el Aircargobooking Ourense.