El Pucela busca esta noche en Vitoria el esquivo triunfo fuera de casa en un feudo históricamente complicado

Volver a ganar, a disfrutar y a ilusionarse. El Real Valladolid acude a Vitoria con el objetivo de reencontrarse con el esquivo triunfo, de hacer que la moneda, esta vez, caiga de cara. Que el fútbol y la fortuna viajen en la misma dirección para hacer de esta jornada 10 en LaLiga EA Sports la del reencuentro con la alegría. Mendizorroza espera este viernes 18 de octubre a las 21.00 horas con un Alavés que ha hecho de su feudo un fortín en este arranque de competición en la máxima categoría del fútbol nacional.

Para empezar, hay que ir contra la historia. La que dice que el Pucela solo ha ganado allí al equipo albiazul, en Primera, en una ocasión, ya demasiado lejana, en la temporada 1954-55. Para seguir, hay que cortar la mala racha de este curso y revivir esa sensación de la primera jornada, cuando el equipo logró su única victoria en este inicio. Tampoco llega en buen momento el Deportivo Alavés, tras tres derrotas consecutivas, aunque asentado en una cómoda decimotercera posición. Analizando las estadísticas de estas primeras nueve jornadas, el Alavés presenta mejores datos ofensivos que el Pucela aunque menos dominio del balón. Los vascos han disparado 74 veces este curso, 29 de ellos a portería, para un total de 11 goles. Así, el cara a cara entre ambos conjuntos desliza que los vitorianos ven puerta con más facilidad, con 1,22 goles a favor por partido, mientras que para los castellanos esta es la asignatura pendiente.

El Alavés, decimotercer clasificado en este arranque de competición, puede presumir de ser un equipo fiable como local. En cuatro partidos suma siete puntos, con dos triunfos ante Las Palmas y Sevilla, un empate contra el Betis, y una derrota ante el Barça, en los que ha anotado cuatro goles a favor y ha encajado otros cuatro. Los vitorianos están haciendo de su estadio un fortín para mantenerse en una posición relativamente cómoda de la tabla ya que sus prestaciones lejos de casa se ven resentidas -tres puntos de 15 posibles-. En ese contexto es donde los blanquivioletas van a buscar hacer daño, e intentar de paso dinamitar una racha negativa en los desplazamientos a la ciudad de la Virgen Blanca. Por su parte, los pucelanos no han sumado este curso 2024-25 en sus desplazamientos.

Cuatro visitas complicadas a Madrid, Barcelona, Vigo y Sevilla que se han saldado sin puntos, una asignatura que el equipo quiere corregir desde este viernes. Muestras hay de que se es capaz ya que el Real Valladolid dejó buenos minutos en la segunda parte en Balaídos y especialmente en el Sánzhez-Pizjuán, donde acarició esos primeros puntos lejos de Zorrilla, aunque la fortuna volvía a dar la espalda a los blanquivioletas. Paulo Pezzolano aseguraba en la previa del choque es es consciente de que «cuando tenemos las chances, que las tuvimos clarísimas todos los partidos, no las aprovechamos«. «Creo que estamos muy cerca del resultado porque lo vimos, hemos tenido momentos muy buenos en el último partido, que pudimos haber ganado y no se dio. Estamos trabajando en la dinámica y en la cabeza para que se de el resultado que queremos todos«, confesaba el técnico pucelano, que vuelve a ver como una jornada más su puesto está en juego en función del marcador final tras los 90 minutos.

El objetivo este viernes, en Vitoria, es solventar esa situación y hacer trascendentes las oportunidades que se generen. Es salir de Mendizorroza con ocho puntos que permitan alumbrar el camino, que acorten la distancia con los rivales directos y sean oxígeno para seguir creciendo en esta Primera División. Por cierto, el choque de esta noche estará dirigido por Mario Melero López. Nacido en 1979, el colegiado malagueño ha coincidido en nueve ocasiones con el Pucela en Primera, categoría en la que logró tres victorias. La última se produjo en el precedente más reciente con Melero López al silbato, cuando el Real Valladolid se impuso por la mínima al Girona en la jornada 30 de la temporada 2022/23. La más importante fue la conseguida en el campo del Leganés por 1-2, ante quien allanó su camino hacia la permanencia tras el regreso de la competición debido al confinamiento en 2020.

Mientras, la otra ocurrió en la 2020/21 en Zorrilla frente al Getafe donde el resultado terminó 2-1. El colegiado andaluz también arbitró el empate 1-1 de este curso en el José Zorrilla contra la Real Sociedad. El resto de los encuentros se saldaron con derrota, destacando el inicial en Primera en el Metropolitano ante el Atlético, en un partido polémico en el que el Real Valladolid cayó por la mínima en la 2018/19. Mientras, también existe un precedente en Copa del Rey en esa misma campaña, en la ida de los octavos de final ante el Getafe en el Coliseum con el marcador de 1-0.