El Pucela Basket, totalmente desacertado en todas las facetas, se vio superado por un rival que no concedió casi nada en el que era el debut esta temporada en Pisuerga. Ni en lanzamientos de dos y de tres, ni en tiros libres, ni en rebotes. El Real Valladolid Baloncesto no estuvo acertado en ninguna de las facetas del juego, algo que le lastró demasiado frente a un rival de la talla de Fuenlabrada, que fue ampliando su ventaja aprovechando los fallos locales hasta sellar su triunfo con el definitivo por 62-96. Con protagonismo para las defensas en los primeros minutos, el RVB comenzó a carburar con Wilson y Puidet.
Pero el Fuenla tardó poco en reaccionar, y tras un intercambio de canastas, se puso por delante con un acertado Dee hasta conseguir un ‘+6’ que obligó a Lolo Encinas a pedir tiempo muerto a falta de 2.28 para el final del primer cuarto. No cambió el guion de un Real Valladolid Baloncesto que se obcecó con los triples, mientras que su rival siguió haciendo más grande la diferencia hasta el 12-22 con el que finalizó el acto inicial. Tampoco lo hizo tras el cambio de periodo, en el que el conjunto visitante se puso 12-27. Continuó empeñado el Pucela en recortar la diferencia desde la línea del triple, pero el acierto siguió esquivo -con un 3 de 16 al final del segundo cuarto-, y el Fuenlabrada lo aprovechó para sumar granito a granito y lograr un ‘+18’ con el 22-40.
Mejoró en ataque el equipo vallisoletano, pero en defensa no encontró la manera de frenar a su rival, que se marchó con una gran ventaja con el 29-46 al descanso. A la vuelta de vestuarios, ambos intercambiaron canastas, aunque el Real Valladolid Baloncesto estuvo algo más fino. Con 39-54 en el marcador, el Flexicar Fuenlabrada cortó el ritmo con un tiempo muerto que mató a los de Lolo Encinas, ya que en el regreso su rival consiguió un parcial de 0-9 para colocarse 39-63 en el ecuador del tercer acto. Manejó su ventaja el cuadro visitante, que siguió más afinado. Manchón, con una canasta sobre la bocina, puso el 50-73 para llegar al final del tercer cuarto, pero el desacierto local no desapareció en el desenlace del choque.
Mientras, Fuenlabrada no dejó de encontrar espacios por dentro, principalmente, y por fuera para ampliar todavía más la diferencia (54-84). Ni en los últimos cinco minutos bajó el ritmo el conjunto madrileño, que no concedió prácticamente nada en todo el encuentro. Por el contrario, a los de Lolo Encinas no les salió el partido que les hubiera gustado y se mostraron demasiado desacertados para batallar a un rival potente como Fuenlabrada, que cerró el duelo con el 62-96 final. En la cuarta jornada de la competición, el Real Valladolid visitará al Ureta Tizona de Burgos en El Plantío el próximo viernes 18 de octubre a las 20.45 horas.