Desde el corazón de la ciudad de Valladolid vigila el histórico José Zorrilla en un Plaza que lleva su mismo nombre. El escritor vallisoletano cuenta en la capital con uno de los monumentos más visibles y con mayor historia, y no es para menos. En 1983, tras la muerte del autor José Zorrilla, el Ayuntamiento de Valladolid encargó la una estatua conmemorativa del poeta, que fue realizada años más tarde por el escultor Aurelio Vicente Carretero, también autor de la escultura al Conde Ansúrez en la Plaza Mayor y de otras en el emblemático Campo Grande.
La estatua se encuentra hoy en la Plaza Zorrilla en un alto pedestal que se ha convertido en una de las referencias turísticas más visitadas. El Monumento a José Zorrilla representa al poeta, precisamente, recitando, y se encuentra instalado sobre un pedestal que consta de dos cuerpos de piedra caliza y un zócalo de granito. En 1893, el escultor pudo obtener la mascarilla mortuoria del autor que sirvió como molde para la escultura y esta mascarilla se conserva hoy en día en la Casa Museo de Zorrilla de Valladolid.
Años después, se pudo inaugurar el monumento el 14 de septiembre de 1900. El cuerpo superior es un cono truncado coronado con friso y un capitel circular decorado con ocho flores de bronce. En el friso figura la inscripción ‘Al poeta Zorrilla’. El cuerpo inferior tiene inscripciones con las fechas de nacimiento y muerte del escritor junto con títulos de algunas de sus obras como ‘Cantos del Trovador’, ‘Don Juan Tenorio’, ‘Granada’ y la dedicatoria está acompañada del escudo de Valladolid.
Aunque a lo largo del tiempo ha habido algunos cambios, la estatua está hoy con arreglo a su concepción primitiva. José Zorrilla está mirando hacia la ciudad, a su Valladolid. Está recitando y se ve, ya que sostiene un pliego en una mano y con la otra parece modular la palabra. El autor viste conforme a su época con levita y abrigo, y además está representado con cabellos enmarañados y barbas que envuelven su cabeza. Y es que el escultor quiso mantener la personalidad de Zorrilla en el monumento que fue instalado en su ciudad natal tan solo siete años después de su muerte.
Actualmente, el entorno de la estatua dedicada a José Zorrilla es uno de los espacios más queridos por todos los vallisoletanos por el encanto de este ambiente. El histórico monumento está rodeado de la bella Academia de Caballería, el letrero de Valladolid junto la renovada y luminosa fuente. Además, a sus espaldas, el Campo Grande ofrece un espectacular espacio verde y le acompaña otra estatua dedicada a otro de los grandes de la literatura, Miguel Delibes. Sin duda alguna, una estatua que disfruta a lo largo del año de múltiples actividades en el lugar así como de las celebraciones del equipo de fútbol de nuestra ciudad.