El móvil de Esther se apagó en la casa de Óscar, el último amigo que la vio con vida y principal investigado por su muerte

Esta semana terminaba el registro de la casa de Óscar, el principal sospechoso por la desaparición y muerte de Esther López en Traspinedo. La Guardia Civil llevó a cabo una exhaustiva inspección ocular en la vivienda del amigo de Esther en la localidad vallisoletana de Traspinedo. Además, los investigadores siguen la pista del Óscar S., por ser la última persona que vio a la joven con vida con el rastreo de su coche y también de su teléfono móvil.

El Grupo de Apoyo Técnico Operativo (GATO) de la Guardia Civil ha confirmado, según adelanta La Sexta, que el móvil de Esther registró su última conexión a las 05.50 horas el día 13 de enero desde la casa de Óscar, y horas antes alrededor de las 03.30 horas también el móvil se encontraba en la misma vivienda, aunque según la versión del propio sospechoso e investigado, a esa hora habría dejado a la joven con su coche en el cruce del restaurante La Maña en las inmediaciones de Traspinedo tras una discusión entre ambos.

La Guardia Civil ha remarcado que cuando el móvil de la joven fallecida se apagó se encontraba en el mismo punto que el móvil de su amigo Óscar, a pesar de que a las 05.50 horas, el hombre aseguraba que no estaba con Esther y que estaba durmiendo en su domicilio de la urbanización El Romeral. Pero esto no esto, lo que a la Guardia Civil e investigadores no consiguen cuadrar en el caso, sino que el día en el que apareció el cadáver de Esther en una cuneta cercana al pueblo y a escasos metros de la casa de Óscar, también estaban su teléfono móvil sin ninguna huella, ni de su amigo con el que estuvo esa noche ni de ella misma, cuando se conoce que durante esa noche mientras estaba viendo el partido de fútbol en un bar de Traspinedo utilizó su móvil.

En este sentido, la Guardia Civil trata de encajar todas las pruebas, con la limpieza del móvil de Esther, el coche de Óscar, los restos de ADN en su maletero, y las pistas que han señalado los perros de los investigadores en el registro del inmueble del principal investigado en el caso de Esther López, que ya lleva tres meses de su desaparición sin culpables ni causas concluyentes de su muerte.