El Ministerio de Cultura ha formalizado el contrato para la conservación y restauración de las portadas de la muralla del Castillo del Archivo de Simancas, la Puerta del Rey y la Puerta del Archivo, según viene ya publicado en el Boletín Oficial del Estado. El valor de la oferta seleccionada es de 67.020 euros y el plazo de ejecución es de 4 meses. Las portadas son las únicas zonas en las que no se intervino durante la última rehabilitación de las murallas y están en un estado de conservación delicado ya que sus materiales se van alterando progresivamente. Según recoge el proyecto, presentan suciedad superficial, pátinas y costras negras en algunas zonas, especialmente en la parte interna de los arcos de acceso. En la parte interior de ambas puertas hay manchas de humedad asociada a la presencia de sales solubles.
Además, el suelo del acceso de la Puerta del Rey presenta filtraciones de agua y desarrollo de plantas. En la parte superior de la Puerta del Archivo, rodeando al escudo, también hay plantas con las raíces en las juntas de bloques de sillares. El ataque biológico también aparece en forma de microorganismos en las zonas superiores de ambas puertas. En cuanto al estado de la piedra, muchos sillares se están disgregando en gránulos, como la arena; mientras que el escudo de la Puerta del Archivo ha perdido el acabado de la talla. En muchas partes, la piedra se ha degradado al exfoliarse, formarse alveolos o desprenderse placas, como en la epigrafía de la Puerta del Rey. La pérdida de volúmenes se advierte en esquinas, cornisas y salientes, y además, el cordero del escudo de la Puerta del Archivo se ha fracturado y desprendido.
Los morteros de ambas puertas acusan faltas, desprendimientos y coloración y textura diversa. Todo esto hace necesario un tratamiento de conservación y restauración que frene el progresivo deterioro de los materiales de las portadas. Primero se estudiarán las puertas a nivel histórico, artístico y material y se determinarán las causas y los factores de su deterioro, para poder diseñar una intervención que estabilice los procesos de alteración y permita la correcta conservación de las portadas. El tratamiento eliminará la suciedad, pátinas, costras, sales y microorganismos; consolidará la superficie; unirá los fragmentos desprendidos del escudo; tratará la epigrafía y eliminará los morteros en mal estado y los renovará en juntas, grietas y huecos, para luego aplicar una capa de protección hidrofugante.