El subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, ha visitado este miércoles el Instituto de Biomedicina y Genética Molecular de Valladolid, acompañado por responsables del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Agencia Estatal para la investigación científica y el desarrollo tecnológico adscrita al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. En este sentido, Jacinto Canales ha recordado que «la investigación, la inversión en generar nuevo conocimiento y en transferir ese conocimiento para que pueda ser útil a las personas es una prioridad del Gobierno de España, que articula, entre otras medidas, a través del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación, el principal instrumento de la Administración General del Estado para el desarrollo y consecución de los objetivos de la Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación«.
El subdelegado ha sido informado sobre los nueve proyectos de investigación que actualmente gestiona el IBGM en Valladolid, todos ellos iniciados entre el año pasado y este 2024 y financiados con un total de 2,8 millones de euros por el Plan Nacional de la Agencia Estatal de Investigación y el Instituto de Salud Carlos III, dependientes del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Estas investigaciones estudian las bases celulares y moleculares de los grupos más importantes de enfermedades como cardiovasculares, inflamatorias y metabólicas, el cáncer, lesión medular, neurológicas y neurodegenerativas. El objetivo es hallar métodos avanzados de diagnóstico molecular y nuevas terapias, en particular terapia celular e inmunoterapia. Entre los proyectos en marcha de los investigadores que trabajan en el Instituto está el destinado a construir y poner en marcha una sala blanca aséptica para fabricar terapias antitumorales CAR T -que ayudan al sistema inmunitario del cuerpo a encontrar y atacar las células cancerosas-, con calidad farmacéutica para su aplicación en pacientes.
Otro proyecto estudia los mecanismos por los que determinadas cascadas de señalización celular, mediadas por lípidos, regulan los procesos inflamatorios y contribuyen al desarrollo de patologías como la diabetes o la aterosclerosis -acumulación de grasa o colesterol en las arterias-. Dos grupos de investigación más trabajan coordinados para comprender, prevenir y controlar la epidemia de diabetes. El primero estudia el cilio primario -una estructura superficial de las células endocrinas del páncreas que recibe la señal para secretar las hormonas que regulan la glucemia-, para saber cómo se altera la secreción de la insulina y el glucagón -hormona del páncreas que ayuda a controlar el nivel de glucosa- en diabéticos. El segundo estudia las mitocondrias, que generan energía a partir de glucosa y grasas, para descifrar la capacidad de adaptación metabólica de las células del hígado y del páncreas encargadas de producir insulina y glucagón en respuesta a un exceso de glucosa y grasa en sangre de los diabéticos.
Un quinto grupo de investigadores trabaja para lograr una terapia neuroprotectora, que genere un entorno favorable para la regeneración y recuperación de parte de las células y conexiones perdidas tras una lesión de médula espinal, cuyas secuelas afectan a 7 millones de personas en todo el mundo, con 130.000 casos nuevos cada año. Sus estudios se centran en las reacciones en la familia de proteínas Wnt, tras una lesión medular. Otra de las investigaciones analiza el metabolismo con técnicas de última generación con el objetivo de combatir la inflamación crónica de bajo grado, fundamental para prevenir enfermedades asociadas a ella, como los accidentes cardiovasculares. Entre los trabajos en curso en el IBGM se encuentra también un grupo de investigación sobre nuevos modos de comunicación célula-célula en un cerebro sano y en uno enfermo para lograr una terapia que proteja de la neurodegeneración. Su investigación se centra en la Apolipoproteína D, que interactúa con lípidos y es transportada a las neuronas dentro del sistema nervioso. Se trata de evaluar su posible uso en esta futura terapia.
La miocarditis, la inflamación aguda del corazón, es una causa importante de muerte súbita y miocardiopatía dilatada no isquémica, especialmente en los jóvenes. Se trata de una enfermedad difícil de manejar para los médicos por su curso impredecible y potencialmente mortal. El IBGM trabaja para dar con una herramienta de diagnóstico temprano y preciso, así como nuevas dianas farmacológicas y estrategias terapéuticas. Este trabajo se centra en el círculo vicioso que resulta clave en la evolución negativa de esta enfermedad, la respuesta inmune descontrolada, producción excesiva de radicales libres, mitocondrias disfuncionales y lípidos altamente susceptibles a la oxidación. Finalmente, el noveno grupo que investiga con fondos estatales, trata de identificar nuevas mutaciones genéticas implicadas en el cáncer de mamá de tipo hereditario, dado que actualmente, sólo se conoce la causa del 50% de estos tumores. Entre un 5 y un 10% de los casos de cáncer de mama, la primera causa de muerte femenina, tienen un componente genético. Este trabajo de investigación estudia el proceso conocido como splicing.