Se ha hecho larga la travesía pero ya estamos de vuelta. El Real Valladolid regresa a la máxima categoría del fútbol nacional 15 meses después y lo hace consciente de que tiene por delante una temporada tan complicada como ilusionante. Por delante quedan 38 partidos para conseguir el objetivo fijado por Pacheta: afianzarse en Primera.
El técnico tiene claro que la pasada campaña al equipo le fue bien con metas a corto plazo, sin mirar más allá del próximo partido. Y por eso la plantilla centra toda su pasión en el duelo de este sábado en el Estadio José Zorrilla ante el Villarreal a partir de las 19.00 horas. Un hueso muy duro de roer para el regreso, nadie dijo que fuera a ser fácil.
El submarino amarillo, vigente semifinalista de Champions League, será el rival de un Pucela que quiere seguir siendo fiel a sí mismo. Pacheta ha insistido todo el verano en que no va a cambiar la esencia que ha traído al equipo hasta aquí. Valentía, eso sí, sin osadía. Por ello muchos de los esfuerzos en esta pretemporada se han centrado en mejorar automatismos defensivos para dotar al equipo de más equilibrio.
Zorrilla, absolutamente volcada con los suyos y ya con más de 21.000 abonados, será pieza clave en la búsqueda de la primera victoria de la temporada. Con Sergio Asenjo y Sergio Escudero como caras nuevas, y la única ausencia por lesión de Weissman, los blanquivioleta anhelan empezar con buen pie un calendario temible en su arranque.
Las estadísticas históricas favorecen al Real Valladolid y los de Pacheta intentarán alimentarlas. El colegiado andaluz Melero López será el encargado de dirigir el encuentro, asistido en el VOR por Medié Jiménez.
