El Ayuntamiento de Valladolid revisa las licencias de las discotecas de la ciudad tras el trágico incendio en Murcia

La tragedia en las discotecas de Murcia ha conmovido a todo el país, y también a Valladolid por la envergadura de los terribles hechos. En las últimas horas se ha conocido que las salas de fiesta donde se originó el grave incendio que dejó 13 muertos no tenían licencia, y por todo ello, el Ayuntamiento de Valladolid realizará una revisión especial para comprobar que los establecimiento de ocio nocturno de la ciudad sí cumplen con la normativa.

El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha avanzado este viernes que ya ha dado la «orden» a las distintas concejalías para que se inicie una revisión del estado de licencias y permisos de las discotecas vallisoletanas. «La desgracia que han vivido los murcianos nos ha evidenciado a todos», ha reconocido el regidor de la ciudad del Pisuerga minutos antes de la inauguración de las XXX Jornadas Estatales FEAE Castilla y León 2023 en la Facultad de Derecho de Valladolid.

El Ayuntamiento de Valladolid procederá al análisis de los establecimientos de ocio nocturno, con respecto al «estado de licencias, apretura o denegaciones». Un trabajo en el que se está afanando «muy especialmente», ha añadido Carnero, el concejal de Urbanismo y Vivienda, Ignacio Zarandona. Y es que esta orden que se da desde el Consistorio vallisoletano no solo viene dada por el trágico suceso del pasado domingo 1 de octubre en la capital murciana sino también por el episodio que sacudió a Valladolid hace justamente 27 años, un 6 de octubre de 1996, por el incendio de la discoteca Siete Siete, aunque en este caso, el local sí que se cumplía con la normativa.

En este terrible suceso fallecieron cuatro personas, entre ellas, dos mujeres que se encontraban en el interior del local y dos bomberos durante las labores de rescate. El fuego se originó de madrugada a las 06.15 horas cuando en la discoteca situada en la calle Rondilla de Santa Teresa en el barrio vallisoletano de La Rondilla estaba cerrando sus puertas. Las causas del incendio no llegaron a esclarecerse de manera oficial, aunque varios testigos cuentan que pudo deberse a una colilla, un papel prendido en los sillones o un problema en el panel de interruptores.